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— Diviértete y cuídate — dijo Natasha dejando un beso en su frente.— Sí pasa algo nos llamas.
— ¿Estás segura de hacerlo así? — preguntó su padre.
— Sí, ya he estado practicando mucho, además le pedí una foto de su casa a los gemelos para no equivocarme.
— De acuerdo. Cuídate amor — dijo tony dejando un beso en su frente. — Avísanos cuando llegues.
— Nos vemos. Los amo — dijo la castaña despidiéndose.
Emma había estado practicando sus poderes con Strange y Wong. También había aprendido a abrir portales, así que intento probar aparecerse con uno a las afueras de la casa de los Weasley y para su suerte, funcionó.
Emma golpeó la puerta, esta se abrió dejando ver a una mujer pelirroja, la señora Weasley. Era bajita, rechoncha y tenía una cara generalmente muy amable.
— Hola, tu debes ser Emma, ¿no?.
— Hola, si soy yo. Un gusto señora Weasley — saludó la castaña.
— El gusto es mio, los gemelos y Ron han hablado mucho de ti, pero dime Molly, querida — dijo dulcemente la mujer. — ¿Has venido sola y tus padres?
— Vine con mis padres, pero se han tenido que ir rápido... Cosas de trabajo. ¿Y los chicos? — dijo Emma tratando de evadir la pregunta.
— Han ido a buscar a Harry. ¡Pasa, pasa!, siéntete como en tu casa.
— ¡Emma! — dijo Hermione tirándose a abrazarla ni bien cruzo el umbral de la puerta.
— ¡Herms! — correspondió el abrazó.
— Bueno chicas las dejó, tengo que preparar algunas cosas — informó la señora Weasley.
— ¿Que tal tus vacaciones? — preguntó Hermione.
— Espera, debo hacer algo antes... Friday avísale a mi padre que llegue bien y al lugar correcto — dijo hablando para su reloj.