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Bruce parpadeó atónito al escuchar esas palabras, ella se cruzó de brazos, con el entrecejo levemente fruncido, desviando la mirada, negándose a mirarlo. Bruce negó con la cabeza.

-¿Irte? ¿por qué?

-Porque ya fue suficiente- dijo simple- ya me curé, ya la herida sanó y ya es hora de que ambos volvamos cada uno a su vida, y que dejemos de fingir que vivo aqui.

Bruce parecía molesto, Delancey no sabía interpretar su mirada, pero se mantuvo firme.

-Tengo una vida, Bruce. Y tú tienes la tuya.

-¿Quieres irte para trabajar en el iceberg lounge?- preguntó- no es un buen lugar para ti.

-Puedo cuidarme y lo he manejado por años, estaré bien.

Bruce negó con la cabeza:-Sabes que no lo estarás y sabes que no tienes porqué irte.

La pelinegra parpadeó atónita.

-¿Disculpa?- inquirió- no puedes retenerme aquí, Bruce. No soy tu versión de la bella y la bestia, tenemos que volver a la realidad.

-Solo quiero ayudarte.

-No soy tu caso de caridad.

Bruce se cruzó de brazos, mirándola, ella no pudo devolverle la mirada, los nervios la estaban consumiendo poco a poco.

-¿Es por algo en particular que ahora estás enojada y quieres irte?

Delancey quedó desarmada ante aquella pregunta, el parecía tan seguro de lo que decía, parecía tan seguro de que había pasado algo, y quizás no había pasado gran cosa, Delancey sabía que la verdadera razón por la que estaba enojada, era consigo misma, por estar haciéndose ilusiones con el.

-¿Debería estar enojada?

Bruce suspiró:-Se que me viste almorzando con Dominique, y no, no tengo nada con ella. No fue por ella que me fui temprano, no fue por nada que yo quisiera hacer.

-No es mi problema, de todas formas, es precisamente por esto que debemos continuar nuestra vida, creo que estoy comenzando a pensar cosas que nada que ver.

Bruce se acercó a ella, tomando su muñeca con suavidad, quiso soltarse pero solo sentir su tacto la hacía derretirse entera y querer quedarse ahí eternamente.

-¿En qué estás pensando?

-No quiero hacerme ilusiones- susurró en respuesta, cerró sus ojos con fuerza, y luego los abrió, incapaz de devolverle la mirada- esto no nos hará bien a ninguno de los dos.

El sostuvo su rostro con la palma de su mano, ahuecada en el, logró conectar sus miradas, Delancey tembló de pies a cabeza, pero aún así, no desvió la mirada de los ojos oscuros de Bruce, y el cabello que le caía al rostro. Parecía dolido, parecía triste, parecía estar a punto de rogar.

-No te vayas- pidió por debajo de su aliento, negó con la cabeza- no quiero que te vayas.

Ella abrió su boca para hablar, pero solo soltó una pequeña exhalación, entre sus labios entreabierto ligeramente, quería besarlo, quería besarlo tanto, pero se mantuvo firme lo más que pudo.

-Bruce, es que ella...- pero el no la dejó terminar, pues unió sus labios con delicadeza, sosteniendo su rostro y con el otro brazo, ahora envuelto en su cintura y apretandola suave contra su pecho.

La besó con suavidad pero con un buen balance entre lo intenso y lo dulce, ella quedó un poco sorprendida ante esto y lo miró.

-Ella, olvídate de ella- pidió- quiero que te quedes conmigo, te pido que te quedes conmigo, no hay mujer en este momento que me pueda importar más de lo que me importas tu.

godforsaken | bruce wayne. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora