EXTRA DE LIAM - II

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***22 DE FEBRERO***

***7 AÑOS DESPUÉS***

- CUMPLEAÑOS AÑOS, FELIZ. CUMPLEAÑOS FELIZ. TE DESEAMOS TODOS, LUCA... ¡CUMPLEAÑOS FELIZ! -cantamos todos.


Luca sopla la vela con el número siete colocada sobre su tarta de tres chocolates. Su favorita.

Es su cumpleaños, y hemos organizado una pequeña fiesta para celebrarlo.

Bueno, pequeña será esta, solo estamos nosotros cinco: Lizzy, Ella, Blair, él y yo. Pero mi hermosa y perfeccionista mujer ha organizado una celebración mucho más grande para mañana.

En cualquier caso, me devuelve a la realidad la voz de Blair, mi hija más pequeña, de tan solo cinco años y la cuál ya tiene el peor temperamento de toda la familia. Y eso ya es decir mucho. 

Vaya que si lo es.


- ¡¿Podemos ver ya el regalo?! -dice.

Su voz no suena definida. No sabe pronunciar correctamente aún, cada vez que habla suena como si balbucease, aunque suela entendérsele todo bien.

Miro a Lizzy y ella se encoge de hombros, dejando en mí el encargo.

¿Por qué? Porque está algo trillada. Digamos... Que no está muy a favor de nuestro regalo.

He tenido que convencerla durante días para que aceptase.

Evidentemente, esto ha requerido de muchos dólares gastados en moscovitas, más los que aún le debo.

Encima los niños han heredado su pasión por estas galletas españolas y claro, se las comen y ella me exige aún más, usándolo de excusa.

El caso es que aún así no se la ve del todo encantada con el regalo... Sobretodo teniendo en cuenta que... Bueno, yo diría que es "una inversión a largo plazo".

- Ahora vengo con él -contesto sonriendo a mis hijos.

- ¿Te ayudo? -pregunta Ella, mi hija mediana.

Seis años y es la más madura de toda la casa, aunque... Ha heredado un par de malos hábitos de su madre como el de no querer despertarse temprano o el de tener tendencia a tardar para hacer todo, pero aún así es la más fácil de lidiar.

- No, no, sorpresa es sorpresa para todos -digo con una sonrisita que se agranda cuando veo la cara de queja que pone. Igualita a la de su madre.

Voy al garage donde he dejado al regalo, levanto la tapa con agujeros y compruebo que está bien, luego la vuelvo a colocar y la cargo en mis brazos para llevarla de nuevo a la sala de comer.

Lizzy aparta la tarta, la cual ya está destrozada y, aunque no lo haya visto, creo que todas las pruebas apuntan a Blair y a sus múltiples manchas de chocolate por todo el cuerpo. Y a su risa descontrolada mientras se chupa las manos.

Yo dejo la caja frente a Luca, mientras miro a Blair negando con la cabeza.

De verdad, lo que hay que ver.

En cualquier caso, Luca no tarda en abrir la caja y entonces... Un caniche enano marrón hembra se lanza a lamerle la cara.

Él comienza a reírse, al igual que yo al ver su felicidad. Mis otras dos hijas no tardan en correr a jugar ellas también con el perro.

Cruzo una mirada con Lizzy.

- Jódete -vocalizo. Ella pone los ojos en blanco y cruza los brazos.

Y decía que no les iba a gustar...

- Cuando no le hagan ni puto caso, serás tú quien le tenga que alimentar, que bañar, que pasear, y lo peor de todo: recoger su mierda. -me dice cuando me coloco a su lado, con una sonrisa triunfal en el rostro y paso un brazo por sus hombros, observando cómo nuestros hijos se desesperan por que la perra les haga caso.

- Ay, Lizzy, de verdad, ¿Por qué tanta aberración por un animal? -digo negando con la cabeza divertido.

- No los odio -se justifica. -. Solo no me gustan.

- ¡Papá! -chilla Luca. -¿Cómo se llama?

- ¡Quiero que se llame Gato! -exclama también Blair, aún llena de chocolate, y ahora con el pelo alborotado.

- ¡Claro que no! ¡Qué nombre tan ridículo! -exclama Luca. -¡Yo digo que Bobby!

- ¡Ese es muy tradicional! ¡Qué aburrido! -se queja Ella.

- Bueno, lista, ¿Y tú qué propones? -rebate Luca.

- ¡GATO! ¡GATO! ¡GATO! -sigue chillando Blair de fondo.

- Tú a callar -le digo, pero ella me saca la lengua y sigue gritando. -. A ver... Dado que Lizzy parece ser la única a la que está pequeñina -digo mientras cojo a la perra en brazos. -no le cae bien... ¿Qué tal si le damos a ella la oportunidad para que la quiera un poco más llevando el nombre que ella elija?

- ¡¿Qué?! ¡No! -concuerdan todos.

- ¡Es mío! -añade Luca.

- Me la suda, lo siento, pero a callar -digo. Luego miro a Lizzy. -Tú turno.

- A mí no me enjaretes el marrón. -dice ella frunciendo el ceño. -Si por mí fuera se llamaría perra.

Cojo a nuestra nueva mascota por las patas delanteras y la acerco a Lizzy, poniendo un puchero. Módulo mi voz para hacer como si el perro hablase.

- Vamos, sé buena, quiéreme, humana. Ponme un nombre bonito, por faaaa.

- ¡Ay, Liam, quítame eso de encima! -se queja. Finalmente parece desistir. -Vale, pues... No sé, tío... ¿Qué tal Moscovita?

Por un momento toda la casa se calla, incluso la pesada de Blair lo hace.

Dejo a la perra en el suelo y esta rompe el silencio

- ¿Y bien? -dice Lizzy.

- Pues no está mal. -opino. Al fin y al cabo... Le gustan esas galletas... Igual así le coge cariño.

- ¡Bueeeeno, vaaaale! -termina aceptando Luca, aunque con algo de indecisión en su voz.

- ¡Jopeee, yo quería Gato! -sigue Blair con su perreta.

- Pues ahora se llama Moscovita. -rebate Ella, haciendo que su hermana pequeña le saque la lengua.

Y así concluye otro maravilloso día con la familia Cooper.

Con gritos, con peleas, pero con mucho amor verdadero.

Enemys To Married // Saga Enemies (3er libro) (Completo ✅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora