𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩 𝙤𝙬𝙣𝙚𝙧 ✧ ˚｡･ 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯

04

(Antes de empezar, les pido perdón por no actualizar la novela por muchos días, ahora si sigamos <3)

(Recomiendo escuchar con Heartless de Kanye West)

Tom

Luego de la situación incómoda con Chelsea, decidimos empezar a ensayar.

No podía concentrarme... tenía su mirada penetrada en mi mientras mordía levemente sus labios...

Maldita sea.

Creo que estaba cayendo en su juego.

Intenté concentrar mi mente en lo que estaba haciendo, me concentré en la guitarra.

Con suerte pude distraerme y termine el ensayo genial. Lo había hecho muy bien.

Fui hacia el estudio, era un salón silencioso, en donde los ruidos no retumbaban. Mientras guardaba
mi guitarra, escuché el estruendo de una puerta detrás mio, estaba emocionado por darme vuelta.

Quedé decepcionado al ver lo que mis ojos capturaban, la rubia pesada.

- Qué quieres. - le dije, muy, pero muy serio.

- Ay Tommy, no te hagas el tonto, que? acaso no recuerdas cuando por poco casi me rompes la boca a besos aquella noche? - fue hace muchísimo, además, estaba inconsciente por su culpa.

- Yo no te bese. Tu me pusiste borracho para quedar inconsciente, así te aprovechaste de mi, por eso te aborrezco.

- Admite que si te gusto mi beso... - si no la ponía en su lugar me iba a salir humo por las orejas.

La empuje hacia un costado y camine hacia la salida, cerré la puerta bruscamente, escuché el grito de ella.

"Qué demonios te pasa!"

Hice una mueca imitándola en forma de burla mientras caminaba, ella abrió la puerta y de un notable gruñido, pude escuchar como se alejaba.

Por fin.

Pero, dónde está ella?

- Bella?! - dije casi gritando, sentí una mano en mi hombro.

- Me buscabas?

- Puff, aquí estás, ansiaba por verte.

- Si, me querías hablar acerca de... mhm, Chelsea?

- Oh, n-no, solo quiero que sepas que ella es una completa idiota, no creo que vuelva a ser parte del staff, la voy a despedir. - dije sin pensar.

- Bueno, tampoco para tanto, por que quieres despedirla? Acaso ella no es tu novia? - me dijo ella, pude notar que por parte me lo decía en broma.

- No, no lo es, y nunca lo será, puagh, que asco... Para que la quiero a ella si te tengo a ti. - dije mientras me acercaba a sus labios. Muy arriesgado.

Ella me apartó.

- Hablemos de eso que acaba de ocurrir, -  mencionó, casi en susurros.