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Pasaron días, hasta semanas, en las que yo no vi a Tom. La ultima vez que lo vi fue cuando los guardias se lo llevaron por lo que había ocurrido con el paparazzi.

(...)

Estaba preparándome para modelar para VERSACE.
Un sueño para mi hecho realidad. Me notaba un poco triste, de verdad no había oído nada de él hace tiempo y me hacía mal.

Intente ignorar todos esos pensamientos, y empecé a modelar. Llevaba puesto un vestido largo y fino pero de varias capas y de tonos azules.

No me tomo de sorpresa ver al de rastas entre el público, y en primera fila.

Llegue a la punta de la pasarela, y antes de darme la vuelta llegue a presenciar su mirada seductora en mí, mientras me guiñaba el ojo y se recostaba en su asiento.

A la salida, me cambie y me puse un outfit decente.
Empece a caminar por las calles iluminadas por el sol del atardecer, mientras varias personas intentaban entrevistarme, pero a lo único que buscaba yo, era a él.

Estaba esperando un mensaje suyo, pero nada.

Me di por rendida, pensé nuevamente que solamente era una de las millones.

Pero ese sentimiento no duró mucho. Mientras caminaba sola por la noche pude escuchar como una camioneta frenaba al lado mío. Lo reconocí al instante.

- Hasta que apareces... - exclamé yo, mientras paraba el paso y el bajaba la ventanilla.

- Sube hermosa, no quiero dejarte sola a pocas horas de la noche - me respondió él mientras se inclinaba para abrirme la puerta desde adentro. Sabía que era una excusa, no era para nada tarde y el sol apenas se estaba escondiendo. - Así como si nada? Después de haber desaparecido por semanas se te da por fingir demencia? Seguro estabas con otras...

Creo que me pasé.

No me dijo nada, solo clavo su mirada en mis ojos mientras entrecerraba los suyos, relajaba sus labios y levantaba sus cejas, se veía tan chistoso, y a la vez tan atractivo. No me resistí y entre al auto.

- Hay que hablar. -dije yo.

- De lo atractiva que lucías ahí arriba en la pasarela? - soltó el, mientras acomodaba el espejo retrovisor para contemplarse en este.

- Gracias, pero no. Hablemos acerca del por qué te alejaste tanto.

Hubo un silencio extraño, ni siquiera se por que lo había. El pulsó el acelerador y el vehículo se puso en movimiento.

- Ni que fuéramos tan cercanos. -él rompió el silencio, pensé que lo había dicho con sarcasmo. El me miró y pudo presenciar mi rostro disgustado.

- Tampoco para que te enojes, - respondió ante mi expresión mientras el reía y colocaba su mano en mi muslo.

Mis pelos se me pusieron de punta y podía sentir como un escalofrío volaba internamente alrededor de mi cuerpo.

No sentía incomodidad, al contrario, me sentía bien al sentir su tacto.

- Tom, quiero que me digas por qué te alejaste.

- Y tú no te alejaste de mi? - preguntó él, con una voz ronca y seca.

-Eeeh... - modulé nerviosa, tenía razón, pero yo aunque sea tenía una excusa válida. - Tenía miedo de molestarte, pensé que solo había durado un día y ya. No quería interrumpirte...

- Molestarme? A mí? - dijo mientras levantaba la mano como si estuviera haciendo una seña de confusión-Un mensaje tuyo me hubiera arreglado muchos problemas. -dijo el de rastas, en cuanto volvía a apoyar su fuerte y venosa mano en mi muslo y le daba leves masajes a este con su dedo pulgar.

 𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩 𝙤𝙬𝙣𝙚𝙧 ✧ ˚。・ 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora