𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩 𝙤𝙬𝙣𝙚𝙧 ✧ ˚｡･ 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯

18

El pelinegro a golpes toscos tocó la puerta de la casa de Bella.

- ¡Ya vamos!- esa voz grave. Bill hizo una mueca confundido.

La puerta fue abierta unos minutos después por el mayor. La brisa golpeó sus trenzas y su fuerte abdomen desnudo. El clon lo escaneo confundido.

- ¿Qué? - musitó confundido.

- Hola. - habló Bill.

- ¿Qué?- otra vez.

- Era obvio que te encontraría aquí. - volvio a observarlo de arriba a abajo y hablo.-¿Acaso estaban...

- Sí, hombre. Para algo estoy aquí.

- ¿Primera vez entre uste...

- Ya calla.

- Ya. - carraspeó. - ¿Y Bella?

- Vistiéndose. - la joven se sumó y se asomó detrás de Tom, con una bata mal anudada y pies descalzos.

- Hola Bill, ¿quieres pasar?- Tom dirigió su mirada hacia Bella.

- Mujer, un poco más y estás desnuda, ve a cambiarte.

- Uff. - bufó mientras se iba hacia las escaleras.

Tom volvió a girar su mirada al gemelo y este intentaba ocultar una risa.

- ¿En serio cogieron?- no hubo respuesta obvia. Tom con su mano derecha agarro bruscamente el brazo de Bill y lo entró a la casa.

- Ya hombre tampoco para tanto.- exclamó Bill mientras intentaba soltarse del agarre de Tom.

- ¿A qué vienes?

- Hay una fiesta hoy en la noche, va a ir mucha gente, iba a invitar a Bella pero te me cruzaste en el camino...- dijo en forma de burla. Tom frunció el ceño y chasqueó su lengua.

- Si, si vamos a ir ahora ya vete.

- ¿No te acuerdas acaso?

- ¿Huh?- espetó el de trenzas confundido.

- Hay ensayo idiota, en unos días es el concierto en Los Angeles, ¿ya te olvidaste o que?

- Carajo.

El mayor llevó su mano a su cabeza y refregó esta.

Necesitaba despejarse, necesitaba paz, amor, cariño, tal vez sexo. De nuevo.

Bella bajo de las escaleras y se mostraba muy sexy, no le ayudó a Tom para nada.

- Bill puedes irte por favor, ahora. - dijo mirando a la muchacha embobadamente, ni se molestó en voltear a ver a su gemelo.

- Está bien.- resopló y camino hacia la puerta, mientras soltaba unas risitas maliciosas.

Cerró la puerta.

Tom fue hacia donde se situaba Bella y agarró su cintura apretando esta pero sin causar algun daño.
- Te haré mía de nuevo... - el nombrado fue callado. -Shh... no. Suficiente por hoy. Tienes ensayo, y yo...

- ¿Tu...?- la señaló con una mueca confusa. La joven inhaló y exhaló profundamente, para luego inflar sus cachetes antes de formular su próxima oración.

- ¡Voy a firmar unos papeles para una nueva agencia!

- ¡¿Qué?! ¡¿Es en serio?!- espetó el mayor gritando por toda la casa con las hormonas de la felicidad hasta el cielo. Serotonina. Bella era su serotonina diaria.

Ella asintió con una sonrisa retorcida a labios cerrados. Corrió a abrazarla, esa calidez con la que Tom tocaba a Bella no se igualaba a ningún otro tacto. Se separó paulatinamente y tomó con sus dos manos el fino rostro de la mencionada para profundizar un beso tierno. Rió mediante el beso.