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Contenido leve sexual. 

Felix había regresado a la casa de Hyunjin ese mismo día, Minho no estaba del todo feliz de que Felix estuviera ahí y no en su casa, pero Felix ya había puesto su casa en venta, ahora solo faltaba buscar una casa nueva.

Suspiro, estaba cansado de estar todo el día en cama, así que decidió levantarse si husmear en el departamento de Hyunjin, su novio.

Había tres habitaciones, una para invitados la otra era la habitación de Hyunjin pero la tercer puerta no sabía que había en él.

-Vamos a ver que escondes aquí Hyunjin-murmuro para sí mismo.

Al abrir la puerta quedo totalmente impresionado, había pinturas, muchas de ellas tenían como protagonista a Felix, jadeo de la impresión, mientras agarraba una de los cuadros, era Felix pero con una gama de colores bastante interesantes.

El sonido del timbre lo saco de aquella ensoñación que tenía al mirar el cuadro.

-Sr. Lee Felix-inquirió aquel hombre.

-Si-respondió con inseguridad Felix.

-Esto es suyo-le entrego una ramo de flores de lavanda-que tenga un buen día.

Y se retiró, Felix aun sin entender muy bien, cerró la puerta e inhalo aquel aroma que desprendían las flores.

Veían con un sobre la abrió con rapidez.

Sé que son tus favoritas.

Y no decía nada más.

Frunció el ceño y dejo las flores sobre la mesa.

De seguro es Hyunjin que quiso hacerle una sorpresa, con una sonrisa en el rostro dejo aquel sobre junto a las flores.

Se dirigió devuelta a la habitación que Hyunjin usaba como estudio, era tanta a concentración por esos cuadros que no escucho a Hyunjin llegar.

Se acercó a el abrazándolo por la espalda logrando asustarlo, una sonora carcajada retumbo por aquella habitación.

-Me asustaste-exclamo Felix golpeándolo levemente en el brazo.

En respuesta Hyunjin lo atrajo más hacia él, para luego besar su hombro.

-Me di cuenta-murmuro divertido.'

-Tú los hiciste-afirmo Felix observando cada uno de los cuadros.

-Eres el primero que los ve-murmura recostando su cabeza por el hombro de Felix.

-En serio-inquirió incrédulo alejándose un poco para darse la vuelta.

Hyunjin soltó un chasquido en desagrado de perder el calor que Felix le estaba dando mientras lo abrazaba.

-Así es-afirmo Hyunjin volviendo a acercar a Felix-no puedes contarle a nadie.

Felix observo el rostro de Hyunjin y sonrió, paso sus manos por detrás del cuello de Hyunjin, acercándolo más dejando un pequeño espacio entre sus labios.

-Que me harás si cuento lo que acabo de hacer-murmuro con cada palabra los labios de Felix rozaban los suyos.

Observando aquellos labios Hyunjin mordió su labio inferior siendo consciente de que al realizar esa acción sus labios se rozarían más.

-Muchas cosas-respondió Hyunjin.

Felix atrajo unos centímetros más a Hyunjin.

-Qué clase de cosas-murmuro por encima de los labios de Hyunjin.

Hyunjin no quería ceder, no quería perder a este juego que estaban empezando, pero no podía resistirse a esos labios, claro que no.

Con seguridad juntos sus labios desencadenando aquel deseo que ya haría su aparición en segundos, afianzo su agarre en la cintura de Felix atrayéndolo más hacia él, escucho el jadeo y aprovecho para ingresar su lengua saboreándolo, maldición Felix, sabia tan bien.

Felix despeino a Hyunjin con sus manos, los bajo lentamente a su cuello y lo atrajo más hacia sus labios, sin darse cuenta, Hyunjin había obligado a Felix retroceder, ambos cayeron a aquel sofá que se encontraba ahí, las manos de Hyunjin comenzaron a delinear el cuerpo de Felix, no había espacio que sus manos no hayan tocado, se separaron unos segundos mientras respiraban agitadamente.

Hyunjin se adentró entre las piernas de Felix, sus manos fueron directo a sus caderas, sus labios se dirigieron a su cuello, dejando una marca, sabía que Felix no trabajaría por unos días en lo que se recuperaba, así que debía aprovechar aquello.

-Hyunjin –gimió Felix al sentir como succionaba su piel, subió su cadera inconscientemente en busca de mayor fricción.

-Lo se cariño-murmuro Hyunjin con voz cargada de deseo.

Comenzó a embestirlo aun encima de sus ropas, ambos gemían por aquella sensación, era diferente, sabían que no se podían sentir atravez de aquellas prendas pero sus manos y sus labios se encargaban de demostrar aquel placer que estaban sintiendo.

Solo unos segundos basto para que ambos llegaran al éxtasis del placer.

Esa vez sus labios y manos fueron los encargados de demostrar el deseo y el amor que sentían.

Para que tengan un buen inicio de semana.

Nos vemos mañana.

My Model (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora