My Model (Hyunlix)

Final

5 años después.

Aquella tarde fría donde el viento arrasaba con todo a su paso, el sonido de las hojas siendo aplastadas cada que daba un paso, su respiración pausada mientras mantenía su mirada fija en aquella lapida, se acercó, sus manos que vestían aquel guante, acaricio las letras grabadas en aquella lapida.

Nona Hwang.

Coloco el ramo encima del pasto, aunque ahora se encontraba húmedo gracias a que había llovido durante la noche, desprendió el botón de su abrigo y se sentó, importándole poco que se mojara su pantalón.

-Tía-comenzó-como has estado-sonrió con los labios sellados-perdón por no haber venido antes, pero sabes que aún me cuesta venir aquí-con cada palabra que desprendía de sus labios, sus ojos se tornaban borrosos-desde de tu partida ya nada ha sido igual, ya nada tiene el mismo sentido-cerro sus ojos y una solitaria lagrima corrió por sus mejillas- pase días culpándome de tu muerte, Felix fue internado a una clínica mental, las imágenes de tu muerte lo atormentaron por mucho tiempo, no pude verlo hasta que le dieron de alta, Minho-inhalo profundo-el, no aguanto y se sumió en una depresión por meses, intento acabar con su vida más de dos veces, también fue internado y toda la responsabilidad de la empresa cayó sobre los hombros de Jisung pero Bangchan y Seungmin lo ayudaron, yo, fui a terapia también, nos separamos por un tiempo hasta que todo volvió a encajar, el día que dieron de alta a Felix, yo estuve ahí dos horas antes, cuando lo vi salir, tuve miedo de acercarme, ya que se había negado a verme durante su tratamiento pero él fue quien corrió hacia mí, pude sentirme vivo devuelta, tenía a mi mundo entre mis brazos, vino a visitarte ese día, no pude oír su conversación, ni siquiera podía pisar este cementerio, aquí se encuentra mamá, sé que ambas eran grandes hermanas y que se querían mucho, ahora están felices allá arriba verdad-miro al cielo y sonrió-gracias por no dejarnos caer-volvió su mirada a la lápida- con Felix decidimos mudarnos, Corea nos traía muy malos recuerdos-paro por unos segundos aguantando los sollozos que amenazan con salir, se concentró en los pétalos de las rosas, como se movían a dirección del viento-nos mudamos a Francia, es una hermoso, te hubiera encantado ir ahí- se quitó los guantes, sonrió al ver aquella alianza en su dedo, estiro el brazo hacia la lápida-mira Tía, me case con el hombre que amo.

Y no pudo aguantarlo más, las lágrimas caían una tras otra sobre sus mejillas, los sollozos se podían escuchar con claridad, en un intento de contención, guio sus manos sobre sus labios.

Sintió unas manos posarse sobre sus hombros y su espalda choco con el torso, aspiro el aroma a lavandas, escondió su cara en el cuello de su esposo mientras este lo abrazaba por detrás.

-Hyunjin-susurro, apegándolo mas a su cuerpo, sabía que no debía dejarlo  venir a verla solo, después de cinco años, era la primera vez que la vendría a ver-cariño, ella está en un lugar mejor y nosotros estamos aquí para cumplir con la promesa que le hicimos.

-No he querido venir a verla, no quiero ver su nombre grabado en aquella lapida-sollozo agarrándose fuertemente de los brazos que lo rodeaban-Felix, dime que esto es una pesadilla, que al despertar la veremos con el desayuno preparado y nosotros tendríamos que regañarla, porque ella no debía de hacer eso y luego nos retaría por tratarla como si fuera que tendría que pasarse aburrida leyendo una revista.

-Cariño, créeme yo más que nadie quisiera decirte que esto es solo una pesadilla-susurro, dejo un casto beso sobre el cabello de Hyunjin y lo apretó más hacia él.

Hyunjin seguía aferrado al cuerpo de Felix, como todos los días cuando se levantaba y veía aquella foto que se tomaron los tres en la playa cuando se habían reunido, cada que veía esa foto se devolvía sobre sus pasos y abrazaba fuerte a Felix, susurraba un estas aquí para luego darle el primer beso del día.