Tras varios años estando solo, wilbur cree que es momento de tomar los consejos de sus amigos y empezar a darse una oportunidad para conocer a alguien.
Claro que, no esperaba que ese "alguien" fuera el peculiar y carismático maestro de su hijita ta...
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Una semana después de su mudanza, finalmente la pequeña había sido inscrita a la escuela local de aquel pueblo. Wilbur miraba con detenimiento el libro cerca del buró, y nuevamente veía al cabello de su hija, estaba tratando de trenzar su cabello; nueve años siendo padre, y aun no sabia peinarla del todo.
"Porqué carajos es tan difícil peinar cabello largo!?" —se quejó en voz alta, a lo que la niña rió.
"Dijiste una palabrota papá! Eso significa que debes echar tu moneda al cerdito" —Wilbur asintió con una pequeña sonrisa. A veces se olvidaba de esa regla, pero tallulah no, y eso le daba gusto.
Significaba que su niña no seria mal hablada hasta dentro de un buen tiempo.
"Papi, si ya no quieres peinarme puedo decirle a mi abuelita que me corte el cabello" —dijo la castaña, a lo que wilbur negó rotundamente.
"No mi niña, yo se cuanto amas tu cabello largo, no tienes que cortarlo por mi torpeza..." —este paso finalmente la liga al final de la trenza, dejando ya terminado dicho peinado— "y, ya quedó! Que te parece? Te ves muy hermosa Tallulah" —La pequeña se vió el cabello, asegurándose de que estuviera bien.
"Me encanta! Gracias papi" —la niña abrazó al mayor, y este correspondió.
Después de un rato, como era costumbre, foolish pasó por ambos para llevar a tallulah a la escuela, y después de ello irse ambos adultos al trabajo. Llegaron a la escuela, y wilbur bajo junto a su niña tomados de la mano; juró sentirse observado por algunas personas, pero le daba igual, suponía que era porque era nuevo en ese lugar.
"Bien lullah, hemos llegado, pórtate muy bien y obedece a tu maestro, aunque si te dice algo feo házmelo saber para hablarlo con el director okey? T si un niño te molesta dímelo para destruir su casa" —bromeó con aquello ultimo, pero al ver que su niña no se rió se aclaro la garganta, también notando como esta parecía estar tensa— "oye que tienes?"
"...que pasa si se burlan de mi? Y si no les agrado?" —wilbur suspiró bajo. Era cierto, que en su anterior escuela tallulah era considerada una niña rara, incluso molesta, comprendía totalmente ese sentimiento de pena por parte de su niña, aunque hubiera preferido que esta jamas lo experimentara.
"Ow, tallulah.. esta vez las cosas ya no serán así. Te aseguro que si algo pasa, yo sere el primero en venir a defenderte, no dejare que nadie te quite esa sonrisa tuya" —le apretó levemente la mejilla, haciendo que la otra riera bajo.
"Okey papi, seré buena!"
"Esa es la actitud!" —nuevamente la abrazó, no lo parecía, pero en realidad el mas afectado en dejarla era el.
Una vez que wilbur subió al auto y se marchó, la pequeña entro a la escuela, estaba muy nerviosa, pero trataría de mantenerse al margen, todo sea por su papá.
