Tras varios años estando solo, wilbur cree que es momento de tomar los consejos de sus amigos y empezar a darse una oportunidad para conocer a alguien.
Claro que, no esperaba que ese "alguien" fuera el peculiar y carismático maestro de su hijita ta...
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Algunas semanas pasaron, wilbur y quackity si bien no se habían visto tanto como la ultima vez, se solían saludar por mensaje, y eso era suficiente para ambos.
Quackity se encontraba un tanto.. agobiado, por decir lo menos; había despertado muy temprano, siendo que durmió muy tarde, por lo que realmente ganas de dormir en mitad de la clase no le hacían falta. Pero todo el ruido no ayudaba, no sabia si es que los padres se pusieron de acuerdo para hacer que los niños consumieran azúcar a cucharadas, porque ahora mismo todos eran un caos.
Y dentro de todo ese caos, estaba tallulah, quien solo apretaba su gorro con cierto pánico, tratando de hacer ejercicios de respiración como su padre le había enseñado en caso de sentirse muy abrumada. Esa mañana en particular creyó despertar un poco mas alterada de lo normal, por lo que no estaba en condición se poder aguantar tantos ruidos como en veces anteriores.
"Para ti!" —una niña gritó al fondo, tirando una bola de papel a cierto niño de bandana graciosa. Este le miró con molestia.
"¡Pomme! Que fastidiosa eres!" —gritó el niño, arrancando varias hojas de su cuaderno para empezar a aventarlas hacia la nombrada anteriormente.
"Maestro Alex! Bobby me esta molestando!" —exclamó la niña.
"Ella empezó!" —gritó de vuelta el niño.
"Maestro Alex, tallulah se puso a llorar!" —ahora fue chayanne quien gritó, haciendo que el azabache levantará la cabeza confundido.
Quackity se levantó frustrado, era hora de poner control.
"Haber, haber ya estuvo suave! Se me calman todos!" —este aplaudió con sus manos tratando de llamar la atención de todos los niños, notando a cierta castaña que se tapaba los oídos con ambas manos, bastante desesperada, mientras lloraba con fuerza— "tallulah, que ocurre?" —la niña no contestó.
"Tallulah llevaba un rato así, estaba respirando normal, y después empezó a llorar"
Fue entonces que el azabache recordó algo en la platica que había tenido con wilbur, "tallulah tiene oídos sensibles, el ruido en exceso le abruma y puede comenzar a llorar.. tratamos de regular eso"
Sin decir ni una palabra se acercó a la pequeña, tomando su mano para tratar de calmarla.
"Tallulah..? Quieres salir un momento? Para que respires?" —la castaña solo asintió, entonces, siendo llevada de la mano por el mayor hacia fuera del salón— "niños, no voy a dejar tarea pero por favor compórtense. Chayanne, te dejo a cargo, anota a quienes se porten mal" —el azabache asintió, mientras miraba a sus compañeros amenazante.
Estando ya fuera, se quedaron sentados fuera del aula, quackity viendo como la niña tenia su gorro entre sus manos, murmurando, o mas bien tarareando palabras que no lograba entender bien. Notaba lagrimas secas, y no pudo evitar sentir pena.
