Tras varios años estando solo, wilbur cree que es momento de tomar los consejos de sus amigos y empezar a darse una oportunidad para conocer a alguien.
Claro que, no esperaba que ese "alguien" fuera el peculiar y carismático maestro de su hijita ta...
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A la mañana siguiente, tal como tallulah le dijo, este se presentó en la escuela de su pequeñita justo en la hora de salida de los niños, aun con la duda en si esta habría hecho algo que requirió su llamado de atención, o no.
Solo esperaba no fuera el reclamo que sus maestros le hacían en su anterior escuela, o enserio iba a prenderle fuego a un plantel. Había pedido cubrir horas extras el día siguiente todo con tal de venir aquí, así que debía valer la pena.
Entró al lugar, caminando de salón en salón en busca de donde estaba su hija, varios pensamientos venían a su cabeza, y de cierto modo empezaba a mentalizarse para cualquier posible escenario, si era un reclamo estaba listo para ser pasivo agresivo, si era un halago estaba listo para ser amable y de corazón bondadoso (aunque no lo fuera en realidad)
Cuando llegó se enterneció al verla junto a otro niño dibujando en una butaca. Suspiró aliviado, bueno, contrario a lo que creía su niña no estaba siendo molestada, un problema menos a la mochila. La pequeña levantó la cabeza de su dibujo un momento, y cuando vio a su padre sonrió ampliamente, yendo corriendo hacia el.
"Papi!" —gritó la niña abrazándole. Este correspondió el mismo, cargándola un momento para después bajarla— "creí que hoy trabajabas"
"Y si lo hago! Solo vine a hablar con tu maestro, donde esta?"
"Aquí ando!" —exclamó un hombre al fondo, acercándose mientras se limpiaba un poco las manos con un trapo. Wilbur le miró con cierta sorpresa, lucia muy... joven— "es usted el señor soot?"
"Si! Wilbur soot, a sus servicios. Disculpe con quien tengo el gusto de hablar ahora mismo..?"
"Ay perdón, se me olvido. Soy el maestro Alex Quackity, solo llámeme quackity" —el contrarío asintió, era un nombre peculiar— "me da gusto hablar con usted, lamento mi llamado repentino, solo quería hablar un poco sobre usted respecto a su niña"
"Oh, comprendo. Tallulah puedes ir con tu amiguito a jugar un momento? Papá debe atender temas de grandes" —la niña asintió, tomando su mochila y sus hojas para irse con chayanne fuera del salón.
Ambos adultos se quedaron en silencio un momento, hasta que quackity invitó al castaño a tomar asiento frente a su escritorio. Este accedió, se sentía muy ansioso ahora mismo.
"Y dígame, señor quackity, mi hija hizo algo que mereciera un llamado de atención?" —el azabache negó— "no?"
"No, su niña de hecho es muy buena alumna, ayer se presentó ante los niños un tanto nerviosa, pero se desenvolvió bien. Incluso me llamo maestro sonriente" —hizo comillas con sus dedos. Wilbur rió un poco por eso, suspirando bajo.
"Una disculpa, a tallulah le gusta ponerles apodos a todos su conocidos, siempre toma algo que le llama la atención para hacerlo. Lo mas seguro es que le gustó su sonrisa y le llamó así" —el azabache pareció ponerse algo cohibido, colocando su mano en su boca mientras reía bajo.
