23ও

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Minho ya no podía salir de la mansión. Después de lo ocurrido en el compromiso de Jisung y Hyunjin, Minho fue incapaz de salir ante la luz del sol, su piel empezó a quemar y a doler de nuevo, deduciendo que era debido al cúmulo de sentimientos malos dentro de él. Era realmente desalentador saber que su esfuerzo ya no servía de nada puesto que ahora, volvería a esconderse en la oscuridad.

Dejó de usar la máscara también, creía que ya no valía la pena esconder la cicatriz de su rostro. Era un monstruo y esconderlo era ridículo a esas alturas. Sus inseguridades crecieron de nuevo, las ganas de estar acompañado habían desaparecido, refugiándose en su soledad para sentirse menos sofocado; ni siquiera hablaba con Félix.

Si no comes solo vas a lograr enfermarte, ¿eso quieres?

No hubo respuesta.

Félix simplemente dejó la comida afuera de la habitación en donde Minho se estaba quedando y se alejó.

Esa fue la última vez que Minho recordaba haber escuchado a Félix. Fue hace una semana.

Se estuvo ocultando en su habitación favorita de la mansión porque se negaba a regresar a su propia habitación, el hecho de haber compartido su cama con Jisung ahora era un recuerdo demasiado amargo que deseaba olvidar, aunque a decir verdad, creía que era imposible hacerlo.

Todo se mantuvo de esa manera hasta que en esa noche, varios toques en la puerta lo hicieron sobresaltarse. Por un momento pensó que era Félix avisándole que su cena estaba lista, pero normalmente, Félix no tocaba así cuando se trataba de eso. Un poco inseguro se acercó y otra vez, varios toques sonaron en su puerta.

—Min, soy Félix—habló el menor desde el otro lado—Sé que no quieres hablar y lamento molestarte, pero hay alguien rondando afuera y estoy asustado.

Hace unos días, Eunha dejó la mansión con la intención de buscar a su familia y a las demás hadas, estaba muy agradecida con Minho por dejar que se quedara todo ese tiempo, pero quería aprovechar que la situación estaba más tranquila dentro del bosque para seguir su camino. Y es por eso que, Félix se quedó básicamente solo en ese enorme lugar, la presencia de Minho era prácticamente nula, se sentía como si no hubiera nadie más, y durante las noches, trataba de no asustarse, debía acostumbrarse a ese nuevo ambiente, pero ese día mientras estaba terminando de hacer la cena, escuchó algunos ruidos en el exterior que lo hicieron preocuparse, sonaban como quejidos y susurros que no podía percibir del todo. Tan pronto escuchó todo eso, corrió escaleras arriba hasta Minho con la esperanza de que lo ayudara, él solo dudaba poder hacer algo, era lo suficientemente cobarde como para salir y ver qué estaba pasando.

—Se irán pronto—fue la única respuesta de Minho, creyendo que eso sería suficiente para que Félix se tranquilizara y lo dejara en paz.

Pero estaba claro que no sería posible, Félix temía no poder defenderse si alguien intentaba entrar, ya los soldados sabían que Minho estaba viviendo ahí, incluso uno de ellos estuvo afuera la última vez que vio a Jisung y aunque Minho sabía sobre esto, no le tomó importancia, pero Félix no podía solo pasarlo por alto, él no era una criatura poderosa, era una simple hada sin poderes extraordinarios para defenderse.

—¿Y si no?—preguntó preocupado, pero no obtuvo más respuestas después de un largo silencio. Suspiró—Iré a ver yo, entonces—concluyó inseguro y con la voz temblorosa.

Tal vez estaba siendo muy idiota al exponerse de esa manera, pero no podría dormir tranquilo sino se aseguraba de que todo estaba bien allá afuera, o al menos saber a qué se estaban enfrentando.

Bajó las escaleras casi en silencio y apenas abrió la puerta, asomándose solo un poco para tratar de ver al exterior. El silencio era abrumante, pero la oscuridad lo hacía sentir peor. Respiró hondo y salió un poco más para tener una mejor visión; todo parecía en orden.

✧꙳𝙱𝚕𝚞𝚎 𝚛𝚘𝚜𝚎𝚜꙳✧ 「𝙼𝙸𝙽𝚂𝚄𝙽𝙶」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora