Martes 9 de mayo de 20XX. Campo Militar 37-B; México
El comedor del cuartel se encontraba casi lleno, pues no es habitual, como en los destacamentos de las brigadas convencionales, pues los grupos de las FES, como a veces escuchan que los llaman, no están tan conglomerados. Es por esto que encontrar a alguien en específico dentro de estas instalaciones resulta algo más sencillo que en el amplio cuartel ordinario.
Una persona trajeada, custodiada por un sargento, se encontraba en el umbral de la puerta del comedor, esperando a que le indicaran donde se encontraba la persona a quien estaba buscando. Para su suerte, no tardó ni los dos minutos en localizar a su objetivo.
–¿Por quién vendrá el señor de traje? –Bromeó uno de los elementos en una de las mesas, quien no tardó en ser reprendido por uno de sus superiores.
–Al parecer viene por ti Escamilla –inquirió otro de los agremiados.
Entre risas y cotilleo, el hombre se fue acercando al grupo de soldados que estaban compartiendo su tiempo de comida.
–¿Teniente Javier Escamilla?
–Sí, señor –dice levantándose en posición de firmes.
–Está notificado –dijo el misterioso hombre mientras le entregaba un sobre con una carta dentro.
Cuando el teniente la tomó, el hombre trajeado se dio la vuelta y continuó su camino a la salida, donde el sargento lo aguardaba para acompañarlo a la salida, dejando al grupo de soldados algo atónitos mirando la notificación sellada para Escamilla.
–Entonces... ¿Qué fue lo que hiciste? –Esa pregunta era para encaminarlo a sobre cerrado que posaba en su mano
Martes 9 de mayo de 20XX. Campo Militar 45-A; México
Sonora no solo es conocido por su desierto que abarca desde San Luis Rio Colorado hasta Nogales, sino por su destacamento militar perteneciente a los antiguos GAFES, pues es uno de los sitios predilectos para practicar el denominado Q-C-Q, o combate en espacios cerrados, las prácticas ahí son intensas, llevando los sentidos al máximo para no dañar a un civil y tomar las decisiones en combate casi al instante, si bien el ejército ya te prepara para esas situaciones, en las Fuerzas Especiales lo hacen con más intensidad.
Después de su entrenamiento en un complejo departamental, los soldados procedieron a las duchas para quitarse el sudor que quedó en sus cuerpos. No se puede decir que es una experiencia agradable bañarse al lado de otros hombres que pueden mirarte desnudo con solo voltear la mirada, pero era lo único que tenían, y no lo desperdiciaran.
Ya en las barracas, más descansados, todos se juntaron para platicar en el poco tiempo libre que tenían, pero aquel momento de alegría se vio interrumpido por la llegada de un inesperado invitado. Un hombre de traje se adentró en el recinto lleno de camas y baúles. El sonido de los zapatos del intruso chocando con el suelo fue lo único que se pudo escuchar durante esos momentos, hasta llegar junto al grupo de hombres que antes estaban platicando dichosos.
–¿Teniente Eduardo Torres? –Preguntó el trajeado frente al grupo.
–Sí. Ese soy yo –dijo un hombre al fondo de todos.
El hombre que entró como si nada, pasó de largo entre el resto de personas hasta dar con el indicado.
–Está notificado –dijo mientras le extendía un sobre blanco.
Cuando lo tomó, el hombre sin identificar se dispuso a retirar de aquel lugar, dejando a todos algo atónitos por lo ocurrido, y más al teniente Torres, que solo se quedó asombrado mirando al reverso y anverso de la carta para ver si lograba entender lo que ocurrió en esos instantes.
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El Cartel de las Dunas
ActionTras los atentados en contra del Presidente de la nación, los agentes del CISEN deciden realizar maniobras extremas para capturar al responsable o responsables de dicho ataque contra el comandante supremo. Como una medida, deciden agrupar a cuatro m...