Capítulo XIV: Reposición

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Martes 24 de mayo de 20XX; Oficinas del CISEN, México.

Todas las oficinas estaban estallando en desesperación por la conmoción de lo ocurrido en tierras persas, pues no entendían como uno de sus hombres pudo terminar capturado por fuerzas hostiles en Afganistán; era claro que esto no estaba contemplado, pero poco o nada podían hacer para recuperarlo, pues está claro que no les es posible ingresar en aquel país solo para recuperarlos, sin antes romper algunas leyes internacionales por ingresar a militares en un territorio con el cual no están sosteniendo una guerra abierta o conflictos existentes.

Era claro que la más afectada era la agente Montiel, quien fue la designada para seleccionar a los cuatro hombres para llevar a cabo esta misión, lo cual le podía costar el puesto que ostentaba, y solo una acción desesperada puede cambiar las tornas de este polémico infortunio.

Con una mirada que solo derramaba frustración, tomó su celular y salió dispuesta a hacer lo necesario para enmendar su error. Uno que puede llegar a costar la vida de gente inocente.

***

Martes 24 de mayo de 20XX; Kandahar, Afganistán.

En una Jeep dañada por impacto de metralla, arribaron a la base militar de la cual partieron; varios soldados acudieron a interceptar dicho vehículo con el fin de aprehender a quienes estaban a bordo. La sorpresa de todos fue mayúscula cuando vieron descender al subteniente Stand y a la Mayor y Tenientes mexicanos, por lo cual les surgió la duda de que era lo que les había sucedido en su expedición.

Cuando todos estaban incorporados y con la mente más calmada, fueron a ver al comandante americano para reportar su estado y las bajas que tenían. No obstante, la respuesta que les dio el mando no era lo mejor que esperaban, pues terminaron siendo cuestionados duramente por su actuar al desobedecer las órdenes del superior, destacando que era una clara muestra de insubordinación por parte de los militares al no respetar su jerarquía.

一Es inexcusable el hecho de haber desobedecido las órdenes de un superior en medio de una batalla.

一Pero señor. Si nos permite explicar la situación... 一Intervino el Subteniente Stand. Pero se vió interrumpido por el Comandante.

一No hay pero que valga Subteniente 一el comandante estaba dispuesto a recalcar el error de sus subordinados一. Por otro lado... He de recordarles, señores, que ustedes están aquí como una cortesía. Pero esto es algo que no vamos a tolerar.

一Entonces... ¿Qué es lo que haremos? Señor 一Habló el Subteniente.

一Ustedes, nada. Ya veremos qué hacemos en esta situación. Es todo señores, pueden retirarse 一esto último lo dijo un poco más calmado, pero en su expresión se notaba aún la molestia sobre la situación en la que se encontraba.

Con la moral por los suelos, los cuatro militares salieron decaídos de la oficina del superior, con rumbo a sus literas, pues no querían conversar sobre el fracaso en su misión con personas a su alrededor. La discusión era más una reprimenda más a ellos mismos que otra cosas, pero todo cambió cuando empezaron a ver la postura del Comandante ante la situación.

一En increíble que nos pida dejar ir a nuestro objetivo 一dijo molesta la Mayor.

一No niego que algo tiene que ver el Comandante con que ese grupo militar trasladara a El Fino 一supuso el Teniente Escamilla acostado en una litera, como si la situación no le preocupase.

一Y qué podemos hacer... Solo seguir órdenes 一el Teniente Torres estaba recargado sobre la puerta, mirando como Amelia, por su desesperación, caminaba de un lado a otro de la pequeña habitación.

一Si bien no podemos saber el por qué de la orden que se nos dio, si podemos hacer algo para recuperar a nuestros compañeros, ¿no?.

Ante dicho comentario, los dos Tenientes la miraron con incredulidad a Amelia, pues no creían tener posibilidad, tan siquiera, de que les den autorización para solicitar apoyo a esa petición.

Aun con el barullo, el Subteniente Stand se mantenía callado, con la cabeza agachada y las manos rodeando su nuca, pues estaba meditando todo lo que había sucedido hasta ese momento. Pero cuando la Mayor habló de la posibilidad de rescatar al Capitán y a su Teniente, levantó la cara y la miró detenidamente.

一Si puede haber una forma. Pero no es del todo seguro que regresemos... Enteros.

Los mexicanos se miraron algo confundidos, pero le prestaron atención al americano, pues si bien estaría en peligro, para ellos era una cuestión de honor regresar juntos o no hacerlo, aun cuando no pertenezcan a la misma corporación.

Los mexicanos se miraron algo confundidos, pero le prestaron atención al americano, pues si bien estaría en peligro, para ellos era una cuestión de honor regresar juntos o no hacerlo, aun cuando no pertenezcan a la misma corporación

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