O9 - KAMJAY CAFE

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El día estaba soleado y no hacía mucho calor. Era un día perfecto.
¿Pero saben que era lo mejor? Bueno, lo mejor es que estaba ahora mismo caminando del brazo con Kamden.

—Deberíamos haber ido en auto~ —se quejó, mientras lo arrastraba.

¡Ay, vamos! No seas vago... —lo reté, tirando de él.

Se detuvo en seco y me miró a los ojos, serio.

Jay, acabamos de salir de un survival de cinco meses en los cuales estuvimos practicando sin parar... me puedes decir lo que quieras menos vago —argumentó.

Miré hacia ambos lados y acomodé mi pelo, soltando un suspiro antes de hablar.

Te escuchas y luces increíblemente atractivo cuando pareces enojado y te tomas lo que digo tan personal —admití, haciéndolo reír por la inesperada confesión—. Si no estuviésemos en público de juro que te besaría y te daría mimos en el pelo —agregué, bajando el volumen de mi voz, ya que si bien estábamos hablando en inglés, aún había una posibilidad de que la gente a nuestro alrededor lograse entendernos.

Kamden volvió a reír con un poco más de fuerza y me empujó débilmente.

¿No te cansas de ser así? —me preguntó.

¿Así cómo? ¿Así, tan enamorado de vos que solo quiero estar contigo por siempre? —devolví la pregunta, levantando mis hombros y sonrojándome al procesar lo que dije.

Sin darme cuenta, volví a dejar que sus encantos me envuelvan y me encontré nuevamente diciéndole puras cursilerías.
Nuestros ojos volvieron a encontrarse, y solo atiné a sonreír con vergüenza. Él también terminó sonrojándose y riendo mientras se tapaba la boca, tímido.

Sí, justo así... —respondió, lo más bajo que le salió.

Reí un poco por su vergüenza.

No, nunca me cansaré —contesté—. Después de todo, ser así me sale natural cuando se trata de vos... —expliqué, acercándome más a él.

Ambos nos quedamos petrificados en nuestros lugares unos momentos, admirando la belleza ajena. Seguro lo hayan notado ya, pero los ojos de Kamden son muy bonitos; tan brillantes, tan dulces...
Al recordar que nos encontrábamos en público, Kamden se alejó un poco de mí, apenado, mientras tosía.

—Uhm... creo que deberíamos ir yendo... se nos hará tarde —intervino, acomodándose su camisa mientras evitaba de nuevo el contacto visual y sus mejillas volvían a teñirse de rojo.

Sonreí dulce y suavemente, asintiendo.

—Sí, tienes razón —volví a acercarme a él para poder agarrarlo nuevamente del brazo.

Esta vez, no puso resistencia alguna, solo sonrió y ambos seguimos caminando hacia nuestro destino.

——————

Abrí la puerta de mi departamento y me estiré, cansado después de haber interactuado con nuestras fans... ¡Sí que son intensas! (Lo digo en el buen modo, claramente).

—¿En serio estás tan cansado? —me preguntó Kamden, mirándome incrédulo mientras entraba detrás de mí.

Yo siempre ando con mucha energía, por lo que se le debía hacer raro que me encontrase bostezando.

—No, ni tanto... —hice una pequeña pausa para pensar que más decir—. Bueno, si estoy muy cansado —me contradije, mientras lo veía cerrar la puerta a mis espaldas.

—Mhm... ¿Y qué quieres hacer? —me consultó, dejando las bolsas con los regalos de las fans en la mesa.

—Quiero que me des besos. Así seguro se me pasa el cansancio —respondí, haciendo un puchero juguetón con mis labios mientras le daba mis bolsas para que también las dejase sobre la mesa.

US HOUR 𖦹 KAMJAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora