14 - FANCON

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Me terminaba de poner la remera de mi pijama, sonriendo al ver como me quedaba a través del espejo. Viéndome en el mismo es que noté como Kamden aparecía detrás de mí y caminaba hasta abrazarme por atrás, apoyando su cabeza en mi hombro. Reí un poco y empecé a acariciarle el pelo mientras nos miraba a ambos; realmente combinábamos muy bien.

—Te queda lindo —me halagó; logré notar lo somnoliento que estaba a través de sus palabras.

—Gracias —me giré para dejarle un beso en el cachete—. Y vos que estabas tan preocupado porque el talle fuese correcto —recordé. La verdad es que si me quedaba un poco grande, pero no lo suficiente como para que fuese notorio.

—Es que allá los talles son diferentes y bueno, quería que fuese sorpresa y si te escribía para preguntarte muy sorpresa no iba a ser, ¿Verdad? —se excusó, y yo solo pude reír.

—Tienes razón... y no sé si te lo dije antes, pero gracias; es muy bonito —agradecí, dejándole otro beso en la cara—. Como tú —añadí, apresurándome a dejarle un beso en los labios luego de eso para evitar cualquier queja; aun así, recibí un pequeño gruñido de su parte, pero nada más.

—Okey~ creo que ya es hora de dormir —opinó, comenzando a separarse de mi cuerpo.

¿Lo dices porque tienes sueño o porque ya empecé a joder? —pregunté, entre risas.

Digamos que... mitad y mitad —respondió, siendo interrumpido por un bostezo que salió en medio de su oración.

Bueno~ entonces si vayamos ya a acostarnos, que mañana hay que salir —acepté finalmente, agarrando uno de sus brazos con ambas manos para empezar a arrastrarlo a la cama; él se dejó llevar, arrastrando sus pies.

Para un mejor contexto: ahora mismo estoy en el apartamento de Kamden. Ambos decidimos que sería mejor que pase la noche aquí y así mañana nos alistaríamos juntos porque iríamos al fancon de nuestros amigos (los que lograron debutar).

Primero me acosté yo, quedando pegado a la pared. Luego, Kamden se acostó a mi lado, quedándonos ambos frente a frente. Seguido de eso, levanté las sábanas y nos tapé a ambos.
Sus ojos se mantenían cerrados por el cansancio, así que no podía notar mi sonrisa... aquella sonrisa que solo se dibujaba cuando se trataba de él.
Estuve por estirar mi mano para poder apagar la luz de la lámpara, pero noté como mi novio quería hablar, así que me detuve de hacerlo.

—Jay... —me llamó—. Puedo... ¿Puedo preguntarte algo? —consultó.

Además de esto, sí —bromeé.

Tardó un poco en hablar.

—¿Estás seguro de que estarás bien? —quiso saber.

—...¿A qué te refieres? —esa pregunta me había dejado confundido.

Mhm, es que... estos días estuve recordando lo que me habías contado las semanas posteriores a la final y recuerdo como me partía el corazón verte tan mal... —hizo un esfuerzo para abrir levemente sus ojos—... No quiero que al ir allí te pongas melancólico de la mala manera y yo tenga que verte sufrir por eso de nuevo, por eso me gustaría saber si estás seguro de querer ir —me explicó.

Procesé sus palabras de a poco. Entendí a que se refería, y honestamente nunca antes me había puesto a pensar en cómo me sentiría yendo ahí y ver, de alguna forma, lo que pude haber tenido si tan solo quedaba un puesto arriba.
Sacudí mi cabeza, alejando esas ideas de mi cabeza. Ya lo he superado y aunque no haber ganado me ha traído alguna que otra cosa fea, también me a traído cosas muy bonitas como por ejemplo al novio más lindo, tierno, agradable y a quien mas amo en el mundo mundial.
Acerqué mi mano a su cara y comencé a acariciar su mejilla, mientras lo veía volver a cerrar sus ojos.

US HOUR 𖦹 KAMJAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora