Capítulo 4: En el ojo de la tormenta

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- Entonces, chicos... si juntamos 3B con 6B, el resultado sería 9B, lo cual lo dividimos por el número sobrante al lado que sería 27 y terminaríamos con la conclusión de que B equivale a 3. - Terminó de decir para voltear a ver a sus alumnos. - Fácil ¿Cierto?

Al menos no para Lisa; llevaba al menos 10 minutos en el primer ejercicio y sólo mordisqueaba su lápiz como si haciendo eso la clase fuese a terminar más pronto.

Pero para nada se trataba de un tema del maestro, le agradaba de sobre manera el señor Ross desde que lo conoció. El hombre era siempre muy simpático y gentil con los estudiantes, sin embargo el mismo día también se convenció de que iba a ser casi imposible que lograra aprender algo para final de año.

- Señor Ross. - Levantó su mano.

- ¿Sí, señorita Manoban?

- ¿Puedo ir al baño?

- Por supuesto, adelante. - Respondió sin dudarlo mucho y señalándole con la mirada la puerta, después sólo volvió a la pizarra y continuó con su lección.

Ella sonrió por lo bajo y se levantó de su asiento para salir del aula de clases. Comenzó a pensar en cuántos minutos podría perder de esa clase mientras caminaba hasta el baño, entraba y luego la caminata de regreso.

Quizás incluso podría tomar el camino largo y así sumar unos minutos extras.

Pero todos esos pensamientos se esfumaron cuando oyó por la pared una voz que se le hacía familiar.

No, no era una voz, eran sollozos de alguien.

Dudó mucho si entrar o no pero decidió hacerlo lentamente para que así quien fuese que estuviera adentro, no notara su presencia.

- Eh... ¿Hola? - 'Torpe' se recriminó a sí misma, ya había pasado la parte más difícil de todo cuando ella misma fue la que intentó romper el hielo con alguien que de seguro ni siquiera sabía que estaba allí.

- ¡Largo de aquí! - Recibió en cambio y fue cuando reconoció esa voz por completo.

- ¿Jennie?

- No. - Dijo no muy convencida de su respuesta, Lisa rodó los ojos.

- Jennie, soy Lisa... ¿Todo en orden?

- Oh... hola, Lisa. - No tardó ni cinco segundos en abrir la puerta del cubículo en el que estaba y saludarla con una sonrisa. - ¿Qué haces por acá?

- Tratando de evadir matemática... ¿Qué hacías allí adentro?

- ¿Quieres que te responda? - Preguntó señalándo el cubículo después de darle una mirada burlona.

- No eso. - No pudo evitar sonrojarse hasta la médula cuando escuchó la risa de Jennie ¿Estaba burlándose de ella? - Hablo de que... bueno, escuché como si hubieras estado llorando... luces como si lo hubieras estado, ¿Estás bien?

- Sí, Lisa, estoy bien. - Su risa poco a poco cesó en cuanto más se adentraba en el tema. - ¿Por que no lo estaría?

- Sólo se me hizo raro. - Se encogió de hombros.

De pronto comenzó a creer que quizás había preguntado de más y no pretendía que Jennie pensara otra cosa.

Tenía una noción de que Jennie no era para nada como Namjoon y que jamás propagaría rumores desagradables y que no fuesen ciertos sólo para perjudicar a alguien pero sobre pensar era parte de su rutina diaria por lo que no iba a descartar esa opción, después de todo, era amiga de Namjoon.

Síp, demasiado había dicho ya.

- ¿Tú cómo estás? - Jennie la sacó de sus breve monólogo interno con una pregunta.

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