Craig lo sabe

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5 min antes

Salí de aquella sala, me iba a dar algo.

- ¿donde están mis malditas pastillas...?- pregunté para mi mismo, agarrándome del pelo con una mano y buscando en mi mochila con la otra.

No las encontré, entonces recordé.

- Mierda... me las he dejado en The Blondies...

Le tengo un amor odio a ese lugar, amo lo que hago y como me pagan por ello, odio como hace que no pueda dormir y que por lo cual siempre se me olvide todo.

- ¡TWEEK!- oí una voz que ya reconocía detrás de mi.

Al girarme vi a Eric junto a Kyle.

- Oh, hola...- traté de tranquilizarme sentándome en el suelo, aún buscando por si acaso.

- Te dejaste esto.- Kyle vino tranquilo hacia mi y con una sonrisa me dio mi pote de pastillas.

- Jesucristo, lo estaba buscando.- agarré el pote y dos pastillas, me las tomé y segundos después noté como podía respirar con normalidad.

Eric se sentó a mi lado y me agarró del hombro.

- Tengo que hablar contigo.

- Dime...- se pudo notar un tanto de miedo en mi voz, cada vez que me decía eso yo tenía que hacer algo que no quería.

- Le gustas mucho a los clientes, sobre todo a los de dinero por tu aire de... ya sabes, niño bueno.- sonreí ante eso.- al grano, necesitamos que hagas más horas.

- ¿más? Pero si hago de nueve a seis seguidas.

- Si Cartman, ya son diez horas, deja al pobre en paz, los demás sólo hacen seis.

- Bueno, no es mi culpa que tenga una buena flexibilidad y una cara bonita.- me dio unas palmadas en las mejillas.- solo serán dos horas más.- de nueve a ocho.

- Pero a esa hora entramos aquí, no me daría tiempo a llegar.

- También puedes hacer de siete a seis.

- Pero mis padres se van a dormir a las nueve, las horas que tengo ya marcadas son las máximas que puedo hacer.

- Eso ya no es mi problema rubito.- se estuvieron a punto de ir pero primero Eric se giró hacia mi.- ah, y Craig te busca, le oí decirlo.

- ¿qué pasaría si Craig se entera?- me levanté y jugué con mi camisa, un tanto asustado.

En ese momento Eric dejó de caminar y se acercó casi corriendo hacia mi, así quedando muy cerca de mi cara.

- ¡¿lo sabe?!- parecía entre enfadado y asustado.

- N...no...

- Mas te vale, por que como lo sepa te despido, sustituyo, ¡y te mato!- dicho eso agarró del brazo a Kyle, quien me miró con un tanto de pena y se fue.

En diez minutos acabé por tomarme todo el pote de pastillas, por suerte mi cuerpo estaba acostumbrado y no me dio una sobredosis, aún así, me sentí drogado.

El timbre sonó, marcando el recreo.

Como yo ya estaba aquí solo me senté de nuevo, guardando todo en mi mochila.

- ¡TWEEK!- la voz de Bebe me sobresaltó.

- Otra vez no...- susurré para mi mismo.

Casi se tira encima mío en un abrazo, mientras que Kenny llegaba segundos después con Butters dormido montado a caballito de él.

The Blondies Donde viven las historias. Descúbrelo ahora