- ¡CARTMAN PARA!- gritó ese maldito judio.- ¿qué...?- pregunté cansado.
- Sé lo que pretendes, no puedes hacer eso.
- ¿qué tiene de malo?
- ¡TODO!- me arrastró hasta el baño transgenero.- Primero de todo estás poniéndole más horas a Tweek hasta que acepte vivir allí, lo segundo es que lo quieres hacer con todos, ¿por qué?
Oh Khal... Si tú supieras.
- Estoy mirando que tan malo puedo llegar a ser.- le sonreí con malicia y perversion fingida.
- ¿Qué pretendes, Cartman?- le noté un tono de... ¿miedo? Ja, esto se iba a poner interesante.
- Esos idiotas homosexuales de mierda... los odio, les gusta exhibirse, ¿no? Pues ya está, si tanto les gusta me generarán dinero hasta que su puto ano no pueda más y acaben en el hospital.
- ¿sabes que no todos tienen sexo, no?
Le miré con odio y confusión.
- ¿disculpa?
- Soy tu mano derecha en esto, ¿recuerdas? Yo también decidido y Tweek no se sentía cómodo teniendo sexo con desconocidos, así que le dije que no tenía por qué hacerlo.
- En ese caso ya sé a qué se dedicará Tweek estas dos horas nuevas que tanto ama.
- Pero-
Le interrumpí.- ¡PERO NADA! Ese puto gay de las narices va a acabar de semen hasta los intestinos Y PUNTO.
Salí de allí.
Maldito Kyle, maldito Tweek. MALDITOS TODOS.
Estaba enfadado, mucho.
Los odio a todos, si pudiera los mataría ahora mismo.
¿Por qué? ¿Por qué tenían que ser así? ¿Por qué no simplemente se podían enamorar del género opuesto?
Salí de la escuela y me fui directamente a mi psicólogo.
★★★★
- Eric, ya hemos hablado de esto.- dijo como si nada.
- ¡Tú no lo entiendes! ¡Dime la maldita razón de por qué los odio, ayúdame imbécil!
- Siéntate, por favor.- habló con calma y le hice caso a regañadientes.
- Eric, ¿alguna vez has fantaseado con un hombre?
¡¿DISCULPA, HIJO DE PUTA?!
Pensé por un momento y recordé aquel sueño húmedo que tuve con Butters hará una semana, fue por qué le vi con su traje en T.B y le sentaba bastante bien, supongo.
También recordé cuando fantaseé con Pip, Tweek y bastante gente más que conozco, sobre todo con Kyle.
Kyle... ese chico tiene algo que me molesta bastante, no tengo claro lo que es, cada vez que le veo me hace sentirme pequeño, siempre tengo que demostrarle que estoy por encima, aún así, las cosquillas no se van, maldito judío.
- Alguna que otra... ¿por?
- Eric, tienes casi diecisiete años, es normal que comiences a explorar tu sexualidad, es normal que no te puedan gustar solo mujeres.
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The Blondies
FanfictionMe veo en la obligación de advertir al lector que esta historia puede ser demasiado cruda y fría como para leerla de una sentada. Confío en los límites de cada lector y espero que la pueda disfrutar y apreciar tanto como yo lo hago. Esta historia...