The Blondies

Por muy poco

- ¿y por qué no lo hablas con Tweek?- preguntó Pip, los dos estaban en mi tejado.

- No lo entendería, le molesta que fume y no quiero que se sienta culpable por lo del beso cuando teníamos diez años ya que fue su idea.- expliqué tumbado.

- Deberías hablar con él, recuerda que tu tiempo se agota.

- Hablando de tiempo agotado...- me senté para dar la noticia.- Kenny está muerto.

Damien levanto las cejas incrédulo mientras que Pip se tapó la boca con las manos y no tardó en reaccionar peor, comenzó a llorar mientras negaba con la cabeza.

- ¿Kenny?- habló cuando se destapó la boca.- No... Kenny no... ¿como se encuentra Butters? ¿Hay alguien con él?

- No que yo sepa.

- Oh... no, no, no, no, ¡Hay que ir, rápido!

- ¿por qué, cariño?- preguntó Damien acariciándole el pelo.

- Una vez me dijo que si Kenny moría él se suicidaría.

- Oh, joder.- dije.- dejad que le llame.

Agarré mi teléfono y le marqué, no contestó.

- Oh, mierda...

- ¡¿qué?!

- No contesta.

- ¡HAY QUE IR!- gritó Pip, pero yo le callé.

- No grites, es mejor que vayamos mañana por la mañana, es tarde, probablemente solo duerma, ¿vale? Mañana vamos a buscar a Tweek y Bebe y nos vamos a casa de Butters, hay que ser racional, Butters no va a suicidarse el primer día de estar sin Kenny.

- Tienes razón, durmamos en el coche, Pip.- sé levantó y le dio la mano a su novio.- hay que descansar que la vida es muy corta para tanto alboroto.

Cuando se fueron decidí dormir en el tejado, no tenía ganas de entrar en mi habitación y ver a mi padre esperando enfadado.

Tenía frío pero eso quedaba en segundo plano, no tardé en quedarme dormido.

☆☆☆☆

A las 5am Damien, Pip y yo fuimos en coche a por Tweek y Bebe, ya todos juntos nos dirigimos a casa de Butters, quien teníamos la esperanza aún siguiera vivo.

Mientras íbamos para allá sentí una culpa tremenda por no haber ido la noche anterior, pero no comprendí el por qué, me seguía repitiendo a mi mismo que esa noche era tan tarde que si hubiera hecho algo, aún así hubiéramos llegado tarde.

Al llegar no había nadie en casa, Damien tiró la puerta abajo y fuimos directos a la habitación de Butters, durante el camino se encontraba el baño de la segunda planta, estaba completo de sangre.

Ahí fue donde la culpa aumentó, pensé en que si tal vez, solo tal vez hubiéramos ido aquella noche...

Ninguno dijo nada, es que ¿que se dice en una situación así.

Miré a Tweek quien miraba la escena horrorizado pero no me atreví a consolarle.

Bebe lloraba en su hombro y Damien consolaba a Pip, quien, aún que no se movía, y aún sonreía, se podía ver como lágrimas salían de sus ojos.

- ¿Nadie lo... lo notó?- preguntó Damien.- ¡¿Donde cojones están sus padres?!

- Lo más probable es que su madre quisiera llamar a la ambulancia y que su padre solo...- Bebe suspiró.- hiciera las maletas y se fueran a algún lugar lejos de aquí.

Me sentí culpable, como si todo fuera mi culpa.

Butters estaría vivo si yo hubiera decidido ir la noche anterior.

Tuve su vida en mis manos.

Su muerte es un recuerdo de que no debería seguir aquí, de que yo debería estar en su lugar.

☆☆☆☆

Llamamos a una ambulancia y vimos al mismo chico en prácticas que nos echó del hospital la noche anterior. No se atrevió a preguntar.

Esta vez no esperamos, fuimos fuera del hospital y nos quedamos ahí, inexpresivos, tristes.

Tweek miraba al suelo, aguantando las lágrimas y quería abrazarle y decirle que todo iba a estar bien, pero no me moví.

- Creo que... es una buena idea irnos a descansar un poco... de todo lo que está pasando...- habló Damien.- llevaré a Pip al parque hoy.

Lo que más me sorprendió es que hablaba de Pip como si no estuviera aquí, cuando en realidad le estaba dando la mano.

Yo vi a Pip hablar ayer, a saber lo que pasó en cuanto se fueron de mi tejado.

Se sentía como si Pip volviera en sí y recayera cada dos por tres.

Pero todos mis pensamientos cambiaron cuando me di cuenta que Tweek ya estaba lejos, se había ido, caminaba lejos de mi, se alejaba cada vez más y yo no sé lo iba a impedir.

- Creo que... me voy a ir a trabajar, me he saltado ya muchas horas y probablemente no me pasen esta, Clyde me ha venido a recoger.- Bebe nos hizo una sonrisa un tanto triste y forzada.- adiós...