La música retumbaba en las paredes de Senna. Las escaleras eran tétricas y solo estaban iluminadas por unos pequeños focos que apenas alumbraban. Aun no había rastros de Nicole por allí, así que continué buscándola.
Cada paso que daba me cuestionaba si lo que estaba haciendo era correcto, si lograría terminar con todo esto o simplemente estaba siendo muy estúpida.
Me voy más por la segundaAl llegar al final de las escaleras, me encontré con un largo pasillo con una puerta en el fondo. Todo estaba bastante oscuro. El miedo comenzó a sentirse por mi cuerpo, tragué saliva y caminé lentamente hasta aquella puerta.
Una vez que me topé con ella, lentamente comencé a abrirla sin saber con lo que me iba a encontrar del otro lado. Solo sabía que el miedo estaba carcomiéndome por completo y que quizás no salga viva de ésta.
La puerta se abrió por completo y todo mi cuerpo se congeló ante aquella imagen. Kilos y kilos de cocaína sobre el escritorio y a un costado torres de billetes permanecían intactos.
Di un paso hacia atrás, arrepintiéndome completamente de haber llegado hasta ese punto mientras mi corazón latía con fuerza.
Del otro lado del escritorio, Anthony Vertsappen se encontraba cómodo en una llamada telefónica con sus pies sobre dicho escritorio. Al verme sonrió como si se tratara de una amiga de toda la vida.
-¡Constantine, ven pasa!-invitó como si se tratara de una amiga de toda la vida.
Me detuve en seco, ya era tarde para huír.
Mordí mis dientes al punto de que creí que en cualquier momento se romperían y pasé. Un arma yacía sobre uno de los paquetes de cocaína. Apenas podía ver el rostro completo de Anthony, casi estaba siendo tapado por las bolsas.
Una vez que colgó la llamada, arrojó su teléfono sobre el escritorio y bajó sus pies-. Pero que agradable visita, mi ex yerna-sonrió hacia mi-. ¿Cómo has estado?
-Estaba buscando a Nicole-tragué saliva intentando desviar la conversación. No tenía animos para nada de hablar de mi vida con este hombre ni tampoco quería, necesitaba huir de allí lo antes posible.
-Oh ella hoy no está-continuó sonriente con sus dientes blancos-. Sólo me tienes a mi-sonrió con ironía- Ven siéntate por favor.
Dudosa tomé asiento frente a los kilos de cocaína. No podía creer que Charles vivía esto todos los días.
Sabes, esperaba verte después de la muerte de mi hijo-pronunció, quitándome de mis pensamientos
Observé hacia los lados con incomodidad mientras jugaba con mis dedos, mi cuerpo entero temblaba-. Es que me fui de viaje-pésima respuesta para darle al padre de un hijo asesinado.
Anthony asintió-. Ojala mi hijo pudiese irse de viaje, está enterrado unos cuantos metros bajo tierra-comenzó a reír con amargura provocando escalofríos en mi interior.
Quería llorar ante aquella situación, no podía creer lo que estaba pasando-. Lo siento mucho, Sr. Verstappen-intenté sonar empática, enojarlo no era opción.
Anthony enarcó una de sus cejas-. ¿No es un poco tarde para pedir disculpas?
Bajé mi mirada con pena y asentí.
-Además...estabas con Leclerc, estoy seguro que sabías lo que iba a hacer-
Negué rápidamente-. No, no lo sabía-un hilo de desesperación y defensa se oyó en aquella frase.
Anthony se levantó de su asiento-. Sé que sabes demasiadas cosas Constantine Beckett, muchas cosas que no deberías saberlas porque siempre has sido una entrometida-lentamente se acomodó frente a mi y acercó su rostro hacia mi mejilla-. En el poco tiempo que estuviste con mi hijo, pude descifrarte de inmediato.
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A pesar de todo |CHARLES LECLERC|
RomanceSECUELA DE: PARA AMARTE A TI A veces, creo que pienso demasiado Y comienzo a sentir ansiedad Hubo momentos en que ni siquiera podía respirar Pero nunca me abandonaste Intenté alejarte de mí Te mostré la puerta y me adoraste de todos modos Cuando...