A pesar de todo |CHARLES LECLERC|

CAPITULO 14: Debería ser yo.

Charles' Pov

El asco que me generaba verlo sentado en aquella silla giratoria con sus pies recargados sobre el amplio escritorio cubierto de miles de dólares, provocaba que quisiera vomitar.

Que tipo detestable.

-Espero que ésta noche cumplas Leclerc, sino habrá consecuencias-advirtió con un tono aburrido mientras encenía el cigarrillo que traía entre sus labios. Era básicamente lo que me decía cada día. Estaba harto de oír siempre la misma mierda.

Mi bufido fue claro y audible, lo que provocó que Verstappen elevara su mirada entre los fajos de billetes-. ¿Algún problema?

Sonreí de lado y negué-. ¿Con qué?

Anthony realizó una breve pausa y acomodó el saco de aquel traje carísimo que traía puesto-. ¿Te crees gracioso?

Fruncí mis cejas-. Depende de consideres gracioso-respondí con un tono de diversión.

Estaba realmente harto, si recibía un balazo en aquel momento le agradecería. Este tipo em tenía hasta las pelotas.

Verstappen bajó sus pies del escritorio y se reacomodó en su asiento-. Okay, tengo algo que te hará reir mucho.

-¿Qué harás? ¿Matarme?-desafié-. Me harías un favor.

Lo vi como abría uno de sus cajones y mi cuerpo se pparalizó por completo, juré por un segundo que iba a sacar un arma de ahí e iba a acabar con mi vida sin inmutarse, pero en cambio, sacó un sobre-. Tengo algo mejor- Arrojó aquel sobre sobre el escritorio casi llegando hasta a mi y le dió una calada a su cigarrilo.

-¿Qué es eso?-cuestioné inseguro con el ceño fruncido. Nada de lo que vennía de él era bueno. Dentro de ese sobre podría haber lo que te imagines.

Verstappen esbozó una mueca y elevó sus cejas-. No lo sabrás si no lo abres.

Lo observé por unos segundos y tomé el sobre dispuesto a abrirlo. A la mierda.

Todo mi cuerpo sintió escalofríos en cuanto vio el contenido.

-Joder-

 
Una foto de Constantine saliendo de su edificio me dejó perplejo.
Pude sentir como toda la sangre se iba directo hacia mi rostro de la ira que me generó ver aquello y como mis manos comenzaron a temblar sin control.

Me levanté de repente y golpeé la mesa con todas mis fuerzas-. Si le tocas un pelo te mato, hijo de puta-amenacé mientras lo apuntaba con mi mano.

Anthony comenzó a reírse a carcajadas lo cual provocó que diera la vuelta para acercarme hacia él de forma peligrosa. Lo iba a matar, estaba completamente dispuesto.

Como acto reflejo, Verstappen sacó un arma de su chaqueta y me apuntó-. Alto ahí, muchacho-advirtió.

Me detuve en seco y mi mandibula se presionó al punto que creí que mis molares iban a estallar-. ¡Anda, dispárame!-grité. Todo mi rostro estaba rojo, rojo como la sangre.

Verstappen sonrió ampliamente-. No quiero matarte a ti, me sirves así vivo. Creí que nos estábamos divirtiendo.

-Ella no tiene nada que ver en esto-

-Lo hubieses pensado antes de presionar el gatillo ese Septiembre-arrojó el arma sobre la mesa y se levantó de su asiento para acercarse hacia mi-. ¿O te olvidaste por qué estás aquí?

Bufé mientras prácticamente sentía la respiración de Verstappen chocar con mi mentón, él era unos centimetros más bajo que yo pero aún así, intimidaba.