Soledad

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Cuando Helaena Targaryen tenía tan solo seis onomásticos en una noche oscura escapo del castillo, sin que nadie se diera cuenta, salió por los oscuros pasadizos hechos por su antepasado. Solo siendo seguida por aquellas voces que susurraban en su mente y le decían el destino tan atroz que debía enfrentar su familia.

Recuerda que una vez intentó decírselo a su madre, pero en lugar de comprensión se encontró con una mirada de lastima, entonces entendió que la mujer jamás la entendería pues en sus venas no existía la sangre de dragón.

Su padre por otro lado, era el rey de todo Poniente, por lo que nunca tenía tiempo para ella o sus hermanos. Su hermano Aegón decía que el hombre no los quería, y que a la única hija que tenía en su corazón era a su hermana Rhaenyra.

Aunque no era del todo verdad, su padre era un hombre perseguido por el pasado, lo había visto en sus sueños. El cómo le daba sonrisas cálidas a una mujer llamada Aemma, así como miradas tiernas a una pequeña Rhaenyra, entonces si su padre era un hombre condenado por el arrepentimiento por lo que pudo haber sido pero, nunca será; pasando horas encerrado en su alcoba con las figuras talladas de dragones.

Lo que hacía de su compañía algo agradable pues sin que el se diera cuenta de su presencia se encontraba escuchando su lectura de libros en lenguaje Valyrio que a veces no entendía, pero le reconfortaban. Cuando el tiempo pasó se encontró que ese espacio seguro no lo era más pues cuando su hermana tuvo a sus hijos, vio a su padre sonreírles de esa manera que lo hacía en sus sueños llegando incluso a jugar con sus sobrinos, lo que nunca llegaba a hacer con ellos, provocando así el inició del resentimiento de Aemond.

Entonces lo único que tuvo de su lado fueron los insectos, principalmente las arañas que le perseguían por todas partes, como si quisieran ser la compañía que le faltaban, lo que ciertamente empeoro la relación con su madre, pues ella les tenía un terrible miedo.

Por ello la soledad se volvió fiel compañera de la princesa, pues se encontró siendo una cría de dragón rodeado de ovejas que no le comprendían, remarcando así las diferencias de ella con sus hermanos, los únicos momentos en los que se encontraba siendo felicitada y solamente al principio fue cuando iniciaron sus lecciones por parte de las septas.

Así con el tiempo transcurriendo se encontró siendo capaz de hacer muchas cosas y gracias a las voces que solo ella como elegida de los dioses podía escuchar tomo la decisión de salir del castillo.

Después de huir con solo una capa sobre sus hombros se encontró caminando, guiada por la voz en su cabeza, pero el joven dragón era tan solo una niña y el miedo por lo desconocido y los fuertes ruidos comenzó, en poco tiempo descubrio que le observaban, lo que no se sentía como algo bueno, pues a comparación de las personas en el palacio eran seres que podrían hacerle daño en cualquier momento.

Para desgracia de la pequeña princesa Targaryen, aún cuando había partido hacia cinco días, solo descubrieron tal hecho después del segundo día de su huida, mientras tanto ella se encontró acurrucada en un callejón, completamente oscuro por la ausencia de la luna. Sufriendo el frío y con hambre, pues el poco pan que había llevado con ella había terminado en las manos de otros pequeños con los que se había encontrado. Aunque tenía sueño por no haber dormido luego de las horribles pesadillas que le mostraban sobre lo que había pasado con su familia y por miedo a que cualquier persona al verla le atacaría y con solamente la protección de sus arañas caminaba lentamente, pero estaba tan cansada de tanto caminar, que sentía que la oscuridad le abrigaba por lo que acurrucada en un rincón para pasar el frío y en dónde no se veía comenzó a dormirse.

Sin embargo, un ruido de pasos la despertó. Sintiendo su corazón golpear en su pecho, quedó paralizada. Más aún cuando esos pasos fuertes se encontraron cerca.

La Maldición Del Dragón (RhaenyraxLaenaxOFC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora