Capítulo quince

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Barcode y su hija caminaban con sus respectivas maletas en la mano para meterlas en el taxi, junto al resto de las cosas que poseían.

Lo cierto era que dos días antes, el moreno había llegado a la pensión todavía en shock, luego de salir de la propiedad de la mujer que le había dado trabajo.

El que esta le ofreciera vivir allí, le pareció muy fuerte en un principio pues era todo demasiado fácil y eso le hizo desconfiar, sin embargo en esos dos días nada mejor había aparecido.

Trinity lo había llevado a recorrer toda la casa y conocer al hermano de su esposo, el cual le conmovió mucho el verlo postrado e inerte pero también le dio una extraña sensación que no alcanzó a descifrar.

Eso le había impactado mucho, sobre todo porque un nuevo escalofrío había recorrido su cuerpo, además  de que en verdad no sabía si podría hacerlo, por lo que dijo que tendría que pensárselo, además de hablarlo con Janis.

En esos dos días, Trinity lo había llamado en varias ocasiones y tras sopesar los pros y los contras, finalmente había decidido aceptar la propuesta.

Ciertamente vivir en la propiedad donde trabajaría le resultó muy atrayente pues así no tendría que madrugar, ni caminar tanto.

Una nueva llamada de Trinity en la noche anterior había sido lo que le había hecho decidirse del todo pues esta le había dicho que su hijo mayor ya conducía y entonces podría llevar a su hija al instituto, antes de irse a la universidad con su hermana, además de que le había ofrecido un día libre a la semana, el cual podrían pasar con la familia o solos y también un aumento del quince por ciento del sueldo inicial.

En verdad le sonó un poco a desesperación la muy golosa oferta, la cual era demasiada buena para rechazarla y entonces Barcode había creído que nunca tendría otra oportunidad así y debía aprovecharla.

De todos modos, siempre podría renunciar e irse tras probar unos días pero entonces volverían a estar como al principio y por ello había decidido arriesgar.

...-Papá pero... ¿por qué tenemos que ir a casa de esos extraños?, podemos seguir en la pensión y puedes ir cada día allá. No quiero que nos ocurra como en casa del tío Ta. Su mujer era una auténtica bruja

-Es una excelente oportunidad. Sabes perfectamente que he esperado por otra oferta y nada ha aparecido

-Pero tenemos ahorros de la herencia y...

-No, de eso nada, jovencita. Me gustaría que fueras a la universidad algún día y ese dinero no se toca

-Se acercan las vacaciones y yo puedo trabajar-habló de nuevo la adolescente.

Barcode se paró de repente y acto seguido miró a su hija con pesar.

-No, tú debes estudiar y disfrutar tu adolescencia. Tranquila, la dueña es una buena mujer y en esa casa hay otros jóvenes, así podrás hacer amigos

-¿Y su esposo?, Quizás sea un ogro. Ni siquiera lo has visto. Además has dicho que ese lugar es enorme-dijo la chica demasiado dudosa- Tú mismo te extrañas de que no haya ningún empleado. Quizás los hayan matado y se los hayan comido

El moreno detuvo el paso, se giró y miró a su hija riendo.

-Deja de ver series y películas de ciencia ficción, hija. Te están pudriendo el cerebro

-¿Acado no ves las noticias?, en la realidad también pasan cosas así de macabras

-Anda deja de quejarte y camina

Janis resopló pues no le apetecía nada volver a mudarse pues le gustaba estar en la pensión, tan solo con su padre.

-Ya voy...ya voy

16. JeffBarcode: Primer Amor - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora