Barcode Tannasit siempre se sintió distinto a los demás niños pero no lo entendió hasta que cumplidos los quince años, un nuevo alumno llega para terminar la secundaria en su mismo colegio.
Jeff -seme
Barcode -uke
Barcode, con su corazón latiendo a mil por hora soltó sus maletas de golpe, entonces sacó los brazos del arquitecto de alrededor de su cintura y a continuación se giró.
-¿Me recuerdas?-preguntó con un nudo en el estómago.
-Por supuesto que lo hago, Code
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-Yo creí que no. Actuaste como si no me conocieras y...
-Si, bueno. Lo sé...emm...
-Tú sabías quién era yo desde el primer momento, ¿cierto?-preguntó el moreno mirando con desconcierto-oh joder... ¿Tan desesperados estabais que por eso me habéis engañado?
Jeff negó sin entender.
-No te hemos engañado, ¿Por qué dices eso?
-No supe vuestro apellido en ningún momento y.... además está lo de las fotos...¿a eso ha venido que no haya una sola foto tuya a la vista?
-Yo no sé nada de eso-volvio a negar el arquitecto-De hecho creí que mi esposa y tú las habíais sacado para limpiar... pensé que sabías y que no te sorprenderías
Barcode negó.
-Yo no sabía que esta era tu casa, ni que ellos eran tu familia. ¿Crees que si lo hubiese sabido, habría venido aquí?
El arquitecto tragó duro.
-¿Tanto me odias, que te parece tan horrible estar cerca de mi?
Barcode chasqueó la lengua con desgana.
-No, no es eso. Claro que no te odio...es solo que...
-¿Qué?
-Bueno, es que yo...yo
-Tú ¿qué?
-Bueno...eso ahora da igual. El hecho es que no voy a quedarme después de vuestros engaños
Jeff entonces lo sujetó de los hombros intentando hacerlo cambiar de idea.
-Oye, Code...no seas así, razona. Necesitas el trabajo, no estás para rechazar lo que Trinity te ha ofrecido
-Puedo buscar otra cosa. Hay un sin fin de posibilidades en esta ciudad
Jeff soltó entonces un profundo resoplido.
-No sé por qué razón Trinity quitó las fotos. Quizás solo es coincidencia, Code. Lo importante es que ya estás aquí y debes quedarte
-¿Acaso no me has escuchado?-sé apartó el moreno muy molesto- he venido con engaños. Tú sabías de mi y yo...¡yo no!
Jeff se acercó de nuevo y tras abrir sus brazos una vez más, rodeó el cuerpo del moreno sin poder resistir la tentación de sentirlo cerca.
-No importa como sea que hayas llegado aquí. Yo estoy dichoso de que lo estés-Le habló con un nudo en la garganta- te extrañé cada día de mi vida...yo no sabía dónde estabas, ni cómo lo estabas pasando y si estabas vivo o...por favor, no puedes desaparecer de nuevo
