𝗯𝘂𝘁𝘁𝗲𝗿𝗳𝗹𝘆 ; lo'ak, neteyam.

xiii. vámonos.

act two. chapter thirteen
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❪ vámonos ❫

UNO DE LOS TANTOS PASATIEMPOS FAVORITOS QUE LAHELA tenía era, correr y explorar por el bosque. Esta vez estaba en compañía de Lo'ak, Kiri, Spider y la pequeña Tuk, que tanto insistió en acompañarlos, para Lahela no hubo problema alguno, pero al parecer Lo'ak aún tenía la costumbre de molestar a su hermana menor. Se dirigían costa abajo de las montañas Aleluya, los planes de Lahela eran ir a nadar un rato con Neteyam al río pero para su desgracia, él estaría ocupado. Así que si última opción fue salir a caminar al bosque y despejarse, pero los Sully y Spider se le unieron, aunque tener compañía era bastante agradable para Lahela.

— ¡Bro! —gritó Lo'ak corriendo y siguiendo a Spider por el puente de ramas.

— ¡Eso, niño simio! —exclamó Kiri siguiéndolos.

— ¡Oigan, espérenos! —Lahela tomó la mano de Tuk instándola a correr más rápido.

Los demás rieron y siguieron corriendo lo más rápido que podían, casi llegando al final del puente que daba como resultado el gran bosque. Lahela sonrió respirando profundamente y viendo cómo Tuk se agachaba a jugar con una especie de planta.

— ¡Tuk, camina más rápido! —Lo'ak las volteó a ver.

— Vamos Tuk —Lahela le estrechó su mano y la niña la tomó sonriente.

— ¡Ya vamos!

— Oye, ¿por qué tuviste que traerla? —le preguntó Spider a Lo'ak.

— Es que es una llorona.

Lahela miró a Tuk e imitó a Lo'ak haciendo una mueca, Tuk rió y jaló a Lahela para caminar más rápido.

— Me dijo "hermano, no puedes ir al campo de batalla, le voy a decir a mi mamá si no me dejas ir" —se burló Lo'ak volteando a ver los demás.

— Deja de molestarla, Lo'ak —Lahela rodó los ojos.

Tuk le mostró la lengua a su hermano y se burló. Kiri sonrió viendo la pequeña pelea.

— Sigamos —les dijo Lo'ak volviendo a caminar frente a ellos.

— ¿A dónde vamos?, yo solo venía a caminar y a bañarme —Lahela ladeó la cabeza y sus orejas se agacharon.

— Solo vamos —Lo'ak le dió una sonrisita juguetona, tanto que Lahela comenzó a sospechar, pero decidió dejarlo pasar.

Se apartó algo de ellos y se acostó en un espacio amplio en donde el pasto bajó sus descalzos pies se sentía fresco. Sonrió acostándose cómodamente y cerró los ojos durante segundos, hasta que sus orejas se movieron al escuchar algunos pasos cerca suyo. Era Kiri, se acostó junto a ella, Lahela miró hacia arriba y Kiri la miraba a ella melosamente.

— Es increíble, ¿no? —murmuró la Sully.

— Lo es... —Lahela sonrió dirigiendo su mirada a su mejor amiga— No sabes lo feliz y en paz que me siento aquí.

Kiri tomó la mano de Lahela y le sonrió asintiendo.

— Es mi hogar, ustedes lo son —se abalanzó hacia la chica dándole un abrazo, haciéndola reír.