xxxi. deben parar.

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act three. chapter thirty one
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deben parar

















LAHELA LLEVABA TODO EL CAMINO RESOPLANDO Y cuestionándose desde que salieron a la superficie, después de haber escuchado aquella voz llamarla. Ao'nung por su parte, se ha dedicado a estar callado, quizá la chica necesitaba pensar algo, ya que la había visto bastante alterada, y temía decir algo que la hiciera molestar, por eso, solo calló y se dedicó a observarla de soslayo cada 5 segundos. Hasta que al llegar al arrecife y dejar a los Ilus dentro del agua, fue cuando Ao'nung decidió romper el silencio tan misterioso que se había formado, pues Lahela no había parado de estar hundida en sus pensamientos.

Pero tampoco quería ser grosero e imprudente.

— Oye —bramó casi inaudible, casi como un susurro, no le quedó de otra que carraspear su garganta— Lahela.

Ella lo miró con las cejas alzadas y los labios apretados, prestando toda su atención en él, sin dejar de caminar por la orilla del mar, yendo exactamente hacia la aldea; apartando su mano derecha de su boca, si seguía así, se quedaría sin uñas.

— ¿Si?

Ao'nung balbuceó y frunció el ceño ligeramente— ¿Qué pasó en el árbol de los ancestros?

— Nada importante —mintió, sin saber qué más decir, desvió la mirada y volvió a morderse las uñas. Volviendo a divagar en su mente.

El chico ladeó la cabeza entrecerrando los ojos, e inclinó el torso hacia ella. Quitando la mano de su boca, para que dejase de morderse las uñas. Ella lo miró apretando sus labios en una sonrisita algo apenada.

— ¿Nada importante?, pero si estabas asustada —la miró confundido y chasqueó la lengua, a la vez que paraba su andar, provocando que ella también lo hiciera y girara su torso para verlo cara a cara.

Frente a frente. Lahela suspiró y sonrió con levedad, negando ligeramente con la cabeza. Como si no tuviera más remedio. Y eso solo aumentaba la curiosidad y preocupación del contrario.

— No debes preocuparte. De verdad, no pasa nada, todo fue nuevo para mi. Eso es todo —Ao'nung entrecerró los ojos y Lahela hizo el mismo gesto, sonriendo apenas, tratando de convencerlo de la mentira— Solo olvídalo.

Ao'nung puso los ojos en blanco, soltando un pesado suspiro, tratando de creerle; y después posó su mano en la cabeza de Lahela, mientras agachaba un poco su torso debido a la diferencia de estatura de ambos.

— Eres testaruda.

Ella soltó una risita y volvió a retomar el paso, dejándolo unos cuantos pasos detrás.

— Me lo suelen decir.

Ao'nung sonrió de lado y se devolvió al lado de Lahela, empujándola levemente con su hombro, haciendo que ella se tambaleara y casi cayera de costado.

— ¡Oye! —reprochó con la voz llena de diversión, antes de correr hacia él, tratando de hacer lo mismo.

Ao'nung corrió antes de soltar una gran carcajada con los ojos entrecerrados. Evitando que Lahela lo empujara, mientras ambos carcajeaban sin cesar, y en ocasiones se tropezaban. Lahela realmente se había divertido con el chico, incluso pensaba que habían conectado bastante. Quizá debería salir más con él, sin duda la había hecho pasar un buen rato, a pesar del susto en el árbol de los ancestros.

𝗯𝘂𝘁𝘁𝗲𝗿𝗳𝗹𝘆 ; lo'ak, neteyam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora