Capítulo 46

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- Asustaste a Luka hace un rato, pensó que me ibas a pedir matrimonio. - Susurró la azabache entre sus brazos, la canción estaba acabando, su tiempo fuera estaba por terminar.

- ¿En serio? Bueno, llevo pensando en eso desde hace un tiempo... - La tranquilidad y adormecimiento la dejó de golpe.

- Espera. ¿Qué? Damian. ¿Puedes repetir eso? - Preguntó un tanto nerviosa, decir que la tomó por sorpresa era poco.

- No te voy a dar el anillo ahora, no te preocupes, sé que es muy pronto, pero no voy a negar que la idea de pasar el resto de nuestras vidas juntos no me molesta. - Explicó viéndola con adoración.

- Después de hoy, cuando acabemos con esta amenaza de una vez por todas, te prometo que todo será diferente, tu y Emma estarán a salvo, van a tener una vida tranquila, voy a retirarme y tendremos una vida normal. - No tenía pensado decirlo en ese momento, quería esperar a que la tormenta pasara, hablar con ella y su equipo, pero quería darle un incentivo extra a su novia y así asegurarse de que lo dejaría encargarse de todo.

- ¿Eso qué quiere decir? ¿Acabar con todo finalmente? - Claramente estaba descolocada, esto no le había pasado por la cabeza en ningún momento.

- Talia no se detendrá hasta tenerme como su heredero o matarme, no pienso dejarla salir de esto con vida, no si eso significa que puede volver y hacerte daño. - Su tono era serio y tranquilo, demostrando que estaba convencido de hacerlo y no tenía dudas. 

 - Planeas matarla. - 

- Sí. Y sé que planeabas hacer lo mismos con Nathalie, la diferencia es que yo fui criado como un asesino, puedo encargarme de ambas. - Quizás así hubiera sido en el pasado, cuando las emociones estaban en segundo plano, pero ahora la azabache no sabía como le afectaría el hacer tal cosa, no en este momento. 

- Lo había pensado, es cierto. El único escenario que tenía en mente para Nathalie era matarla, pero no porque sienta que  puede volver a hacernos algo, si no por piedad. Ella morirá de todas formas, solo estaría acortando su sufrimiento...- Era claro que los dos tenían una perspectiva diferentes. 

- Entonces yo me encargaré de cortar su sufrimiento, Jason es capaz de ayudarme con todo, ambos lo podremos sobrellevar. - Se quedó callada y finalmente debió darle la razón, después de todo ya había prometido mantenerse al margen.

- Y aunque nunca lo dirías en voz alta, sé que siempre que salgo por las noches a patrullar te mantienes ansiosa, preocupada por lo que podría pasar, no quiero que vivas con miedo, esperando por una mala noticia. Claro, cuando el equipo realmente necesite mi ayuda ahí estaré, pero quiero estar tranquilo a tu lado, que formemos una familia. ¿Aceptarías hacer lo mismo conmigo? - El vigilante tenía razón, pero sabía lo importante que era ese trabajo para Damian, por eso nunca sacó el tema, era pedirle olvidar una parte importante de su vida y jamás intentaría cambiar a su pareja de esa forma, después de todo si su novio no fuera un vigilante no se hubieran conocido de la forma en que lo hicieron, tal vez Damian no se hubiera fijado en ella.

- ¿Estás seguro? Amor... De acuerdo, sí, puede que me muera de miedo cuando salen a patrullar, pero sé que es por una buena razón, así que si haces esto por mis miedos, no te voy a dejar, no quiero que después te arrepientas. - No podría vivir con el resentimiento del pelinegro o verlo inconforme con las decisiones que tomó en su vida. 

- No es solo por eso, Marinette, en esta vida Robin se ha ganado varios enemigos, no quiero que en algún momento tu y Emma terminen perjudicadas por eso, esto antes no me importaba, porque no tenía nada que perder, ahora no me imagino mi vida sin ustedes. Te prometo que no voy a arrepentirme. - Rodeó su cintura con más fuerza, acercándose cuanto era posible, porque nunca había estado tan seguro de algo en toda su vida.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora