Narra Marinette:
Fue una larga noche, después de darle vueltas al asunto de mi llegada me tranquilicé un poco, es bueno tomarse un respiro después de tanto atareo, pero ese pequeño momento se fue por la borda cuando mi pequeña niña llamó por comida, amo a mi hija, pero no sé de quien sacó esos pulmones, me tomo un tiempo el tranquilizarla, luego de un biberón y dos canciones de cuna, durmió perfectamente, yo pude darme una ducha y caer rendida en la cama, una de las pocas veces que pude dormir en completa paz, después de mucho tiempo. La mañana llego, la luz del Sol se asomaba por la ventana y unos toques en mi puerta me sacaron del país de los sueños, al estar medio dormida pensé que solo era alguien de servicio, pero el levantarme pude notar una esencia que conozco muy bien, Luka ¿Por qué esta aquí tan temprano?
- ¿Qué quieres Luka? – Pregunté medio dormida, sin abrir la puerta.
- Buenos días para ti también Mari. Abre la puerta. – A estas horas no me hace mucha gracia el sarcasmo, pero si no le abría él seguiría tocando y despertaría a Emma, no quería lidiar con su llanto tan temprano.
- Buenos días. Ahora. ¿Qué demonios quieres? – Dije abriendo la puerta, siempre he tenido un mal genio en las mañanas y él lo sabía.
- Esa es la forma de hablarle a tus mayores, señorita. – Normalmente ese tipo de bromas me sacarían un par de carcajadas, pero ahora no soy yo misma, no hasta que tome mi café.
- De acuerdo, veo que no estas de humor, solo venía a ver cómo pasaste tu primera noche en Gotham. – Comentó, era algo lindo y creo que ya se me está pasando el mal genio.
- Pues, tu sobrina tardó un poco para dormirse, pero después de eso todo estuvo bien. Fue una de las mejores noches que he tenido. – Le hice pasar, por supuesto que en silencio.
- Eso es bueno, Kagami y Cloe duermen como troncos, yo soy madrugador y no quería estar solo. – Explicó haciendo un puchero.
- Así que decidiste venir a despertarme, eso es muy considerado de tu parte. –
- Sí, creo que tuve que haber traído un café conmigo. ¿Cierto? – Preguntó un poco nervioso, su alrededor decía: "Tuve que pensarlo mejor". Estoy segura de que eso era lo que estaba pensando.
- Es cierto, tuviste que haberlo pensado mejor. – Comenté con un poco de humor por su reacción.
- Deja de leerme la mente, sabes que no me gusta que lo hagas. – Me encantan sus reacciones, frunce el ceño y se aparta de mí, como si eso cambiara algo.
- Yo no leo mentes, solo siento lo que tú y todo tu alrededor lo gritaba, solo quería ver tu reacción. – Dije entre risas.
- Han pasado años y aun no entiendo muy bien cómo funciona todo eso (Me señalo completa) Y no quiero saberlo. –
- Esa es una buena decisión... - Un pequeño quejido me interrumpió.
- Parece que alguien despertó. – Dijo acercándose a la cama para cargar a la bebé, pero ella empezó a llorar.
- De tal palo, tal astilla, tiene tu genio mañanero. – Decidió entregármela.
- Bueno, para ella el biberón es cómo mi café. – Hablé frunciendo un poco el ceño, enserio necesito mi café y un desayuno.
- Está bien, entendí. Arréglense y vamos a buscar el desayuno. – Hizo un gesto de rendición y salió de la habitación.
- Bien pequeña, vamos a bañarte. –
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Un amor inesperado
Fiksi PenggemarNunca has sentido que las cosas no pueden ir peor, o que no importa lo que hagas todo se derrumba a tu alrededor y no se puede detener, bueno así es como se sentía Marinette Dupain-Cheng en este momento, su vida dio un giro de 180 grados en solo una...