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Shinobu tocaba la puerta que daba al cuarto de su hermana menor, era la mañana siguiente a todo el revoltijo del día anterior, la pilar no había tenido la oportunidad de ver a su hermana desde hace unos días.

—Toc toc, ¿puedo pasar Han?.

No recibió respuesta alguna después de varios intentos por lo que con cuidado abrió la puerta.

La menor se encontraba acomodando su broche detenidamente, no había notado la presencia de su hermana.

—Buenos días— soltó la mayor provocando llamar la atención de la nombrada quien dió un brinquito del susto—. Pensé que habías empezado con tu entrenamiento sin antes desayunar.

—Shinobu, me espantaste— dejó de mirarse en su espejo y se acercó para darle un pequeño abrazo—. ¿Cómo estás?.

—Muy ajetreada, ayer fue un día lleno de pacientes, hace mucho no era así— ambas salieron de la habitación—. Además durante la misión descubrí que un cazador principiante lleva consigo a  una demonio, Oyakata-sama convocó a todos los pilares para enjuiciarlo.

—Aoi y Kanao me dijeron sobre eso ayer— respondió—. ¿Qué hicieron con él?.

—Pues, logró demostrar que la pequeña no tiene interés por la sangre humana así que se le permitió seguir llevándola con él— la contraria escuchaba con atención—. Oh y es su hermana menor por eso llegamos a ese acuerdo.

Hanae se sorprendió al enterarse que cargaba con el demonio porque era su hermana menor, ahora entendía porque era tan importante para él y ciertamente empatizaba con él aún sin conocerlo.

—Buenos días— ambas dijeron al unísono al entrar a la cocina.

—Buenos días— Aoi se encontraba preparando el desayuno para las docenas de pacientes que se encontraban en la finca.

Ambas hermanas tomaron asiento donde ya estaban sus desayunos perfectamente hechos.

—Por dios Aoi, me hubieras buscado para poderte ayudar— Hanae soltó molesta.

Aoi además de estar haciendo el desayuno para los internos, hizo el desayuno de las hermanas Kocho.

—No hay problema, quería tener un pequeño detalle— pasó dos vasos con agua caliente para que ellas se prepararan su infusión.

—Gracias, pero era necesario que hicieras todo esto Aoi-chan— la pilar comentó mientras ponía terroncitos de azúcar a su infusión—. Por eso estamos todas, somos un equipo.

—Solo disfruten su desayuno.

Shinobu comenzó a hablar sobre la idea que le había surgido, un llamado entrenamiento de rehabilitación que sería proporcionado a los cazadores internados, mayormente necesitaría ayuda de Aoi y las niñas, claro que también de Hanae y Kanao pero solo ayudarían en caso de no tener misión alguna o en sus ratos libres.

  ⭒ ⭒ ⭒

Sentada bajo un árbol con una katana de madera y un vaso de agua vacío a su lado, Hanae terminaba su entrenamiento matutino que duraba alrededor de dos horas. Trataba de disfrutar la fresca y suave brisa, al igual que, mentalizarse para atender a todos los pacientes que Shinobu le había encargado.

Al medio día ella tuvo que encaminarse a una misión junto con el pilar del agua, dejando a cargo a Hanae. Contaría con la ayuda de Aoi y las niñas, pero igualmente era pesado para ella.

No tenía la misma paciencia para atender a cada uno de los pacientes y las veces que llegaba a atenderlos salían bien, después de todo tiene un lindo carácter con ellos.

aishiteru | tanjiro kamadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora