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Miyu, el cuervo de Hanae se acercaba a dónde ella estaba. Después de que sus amigos se fueran, Hanae se puso a entrenar con la ayuda de las niñas. Al crear su propia respiración, necesitaba perfeccionar las posturas de ésta.

—¡Carta del pilar del amor!— gritó entregándola a Naho ya que Hanae se encontraba tomando agua. El cuervo se posó en uno de los árboles más cercanos.

—Ten Hanae— dijo Naho extendiéndole el pedazo de papel a Hanae.

—Mmm— musitó Hanae pasando el último trago de su agua—. Gracias Naho.

Con sus uñas cortó el borde del sobre para sacarla.

"¡Mi hermosa Han, hace tanto no te veo!, había estado tan ocupada con esta larga misión que aghhh, ni cartas te podía mandar. ¡Hasta me pasó una tragedia! ¡Rompí las calcetas que Iguro-san me regaló! Ay no no no, me da tanta pena porque me dijo que me regalaría los pares que fueran necesarios pero ¿Qué va a pensar de mí? ¡Va a pensar que no las cuide bien!.

Perdón, me emocioné mucho escribiendo al parecer, voy al punto. Te invito a cenar hoy conmigo y de paso a quedarte a dormir aquí, hace tanto no nos vemos ni para tus entrenamientos que extraño escucharte y verte ¿Te parece bien? Si no puedes no te preocupes linda, pero si si, aquí te espero con los brazos bien abiertos para recibirte con un gran abrazo.

Extendí mucho la carta, ojalá no te dé flojera de leer todo pero juro que aquí acabo, te espero en la noche pero tampoco te vengas tan noche ¡No quiero que ningún demonio se cruce en tu camino!.

¡Muchos muchos besos, nos vemos! ♡♡♡

Atte: Mitsuri Kanroji "

Hanae sonrió al terminar de leer la carta y terminó de desenvolverla mostrando una pequeña flor de cerezo, Mitsuri acostumbraba a poner flores al final de sus cartas y para Hanae especialmente las de cerezo. Eran sus favoritas.

Las tres niñas miraban expectantes a la cazadora para enterarse sobre qué hablaba en la carta, claro si podían enterarse.

—Mitsuri-san me invitó a cenar con ella— dijo doblando la carta nuevamente—. De paso quedarme a dormir con ella.

—¡Ay que linda!— respondió Sumi—. ¡Ve Hanae!.

—Les ayudaré con la cena y luego me voy a su finca— dijo Hanae con una sonrisa y volvió a ponerse de pie con una katana de madera en mano—. ¿En qué me quedé?.

—Cuarta postura— respondieron las niñas emocionadas. Ellas amaban ver a Hanae practicar.

La cazadora inhaló, exhaló y se puso en posición para empezar.

⭒ ⭒ ⭒

—¿Qué clase de animal es éste?— preguntó sorprendido Inosuke al ver el tren—. Debe ser el rey de aquí, seguro gobierna en este lugar.

Corrió hacia sus amigos quiénes lo miraban con extrañez.

—Es intimidante, enorme ¡Es el rey!— exclamaba con sorpresa admirando el tren—. Debe estar dormido, pero no se confíen.

—Es un tren ¿Nunca habías visto uno?—cuestionó Zenitsu.

—¡Cállate!— puso su mano en la cara del rubio—. ¡Lo despertarás!.

—¡Detente Inosuke!—dijo Tanjiro evitando que el ojiverde desenfundara sus katanas—. Debe ser el espíritu guardián de esta tierra, sería una falta de respeto atacarlo.

El rubio miró incrédulo al pelirrojo, no podía ser posible que ninguno de los dos conociera lo que es un tren.

—Acabo de decir que es un tren, un vehículo que transporta gente—dijo Zenitsu tratando de que lo entendieran.

aishiteru | tanjiro kamadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora