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Hanae se había marchado un par de días después de que Tanjiro, Zenitsu e Inosuke llegaran. Ya los conoció bien, pasaba la gran parte del día en la habitación donde ellos se encontraban conociéndose mejor.

Claro que al pasar más tiempo con ellos debía enterarse de ciertas cosas que no sabía, como por ejemplo que el cazador con una hermana demonio era nada más y nada menos que Tanjiro.

Su reacción ante cierta novedad no fue nada negativa, al contrario, pidió conocer a la pequeña demonio con la cual comenzó a convivir y formar una bonita relación con ella, amaba decorar el cabello de la menor con flores o peinar de este.

Unos días habían pasado desde entonces y Tanjiro e Inosuke deberían comenzar con el famoso entrenamiento de rehabilitación. Zenitsu apenas lo empezaría porque el efecto de la medicina había tardado debido a las cucharadas de miel que se le ponían por puro capricho del cazador.

—Es realmente duro usar la respiración de concentración total incluso por un corto momento, el mantenerla todo el día sería....

—Hay gente que puede hacerlo Tanjiro-kun— interrumpió Sumi—, como los pilares, Hanae-san o Kanao-san, simplemente es cuestión de proponértelo.

—Ya veo... Entonces no pierdo nada en probar... ¡Gracias niñas! — las menores se emocionaron y se fueron.

Al día siguiente Tanjiro se encontraba junto con la supervisión de las niñas en el patio de la finca practicando lo que le habían propuesto, intentaba realizar aquella respiración de concentración total, pero era muy difícil y doloroso.

—¡No puedo hacerlo!—Tanjiro trató de respirar normal, pero casi de inmediato un pitido logró escucharse en sus oídos, haciendo que este se asustara—. ¡Por poco se sale mi corazón por mis oídos!.

Las niñas miraban con pena al cazador quien llevaba desde el amanecer corriendo alrededor de la finca tratando de regular su respiración.

—¡Ya sé!— Naho dijo en voz alta llamando la atención, las tres menores le dieron la espalda a Tanjiro—. ¿Y si traemos las calabazas?— susurró la pequeña, las contrarias asintieron.

Las tres miraron de reojo a Tanjiro quien estaba tirado en el suelo, dudaban que estuviera inconsciente por lo que fueron por un plato de onigiris para el cazador ya que éste no había comido desde la noche anterior y de paso por las dichosas calabazas.

Unos minutos después Naho, Sumi y Kiyo llegaron con las cosas aunque se encontraron con un Tanjiro completamente dormido tendido en el suelo.

Naho acercó un onigiri a la nariz del mayor con la esperanza de despertarlo. Claro que el agudo sentido del olfato de él, no pasaría desapercibido ese olor.

—Te trajimos esto, Tanjiro-kun— la niña le dió el onigiri y mostró el plato con otros 4 onigiris más.

—¡Muchas gracias niñas!.

—Además... También trajimos esto.

Mientras Tanjiro disfrutaba de los onigiris las niñas le explicaban sobre que haría con esas calabazas.

—¿Soplar dentro de la calabaza? — cuestionó el ojirrojo a lo que las niñas asintieron.

—Mjm, cuando Kanao-san estaba aprendiendo esta técnica, Shinobu-sama a menudo le hacía soplar dentro de la calabaza.

—¿De qué trata, hacer sonidos o algo parecido?— nuevamente cuestonó el pelirrojo.

—No, para romperla.

Tanjiro abrió los ojos como platos.

—¿Romper esa cosa?.

—Sip.

aishiteru | tanjiro kamadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora