🎐 || Por primera vez, las mariposas vuelven a ella.
➳ [ Tanjiro Kamado x OC Fem ; Kimetsu no Yaiba ]
❛ Sus pasados eran líneas paralelas; las estrellas se alinearon y se entrelazaron al igual que los destinos de Hanae...
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—Wow, esa niña toca muy bien el shamisen— murmuró Kyoko a Yuna. En ese momento, Hanae y Haru llegaron a su lado.
Hanae vio de quién se trataba y trató de no reír. Claramente, el pilar no siguió sus consejos respecto al maquillaje, solo quitó la base blanca que pensaba ponerle.
—¿Verdad que sí? Es bastante hábil— respondió Haru, metiéndose en la conversación.
—¿Es la que acaba de llegar?— dijo Yuna—. Parece tener muy buen oído. Dicen que puede tocar cualquier melodía con oírla una vez, y eso que hace pocas horas la vendieron.
—Lo malo es que es muy fea— se metió en la conversación Hanae—. Qué raro que la aceptaran aquí.
Todas soltaron risitas.
—Escuché que la trajo un hombre guapísimo, tal vez por eso la aceptaron— dijo Haru.
—¡Hasta la señora estaba que se le caía la baba!
—¿En serio? ¡Me habría encantado verlo!— respondió Kyoko. Hanae solo sonrió—. A él, no a la señora babeando.
Todas rieron, pues pensaron que habían malinterpretado su comentario.
—Esa niña va a llegar muy lejos, tiene mucha determinación— comentó una de las encargadas de las cortesanas—. Pareciera que quiere demostrarle algo al hombre que la abandonó, es admirable.
—Se nota— respondió Hanae, mirando a Zenitsu tocar con tal furia.
Los clientes estaban más interesados en el musical con el koto y la shakuhachi, por lo tanto, era prácticamente una noche libre de preocupaciones para todas las mujeres en el recinto.
Durante la cena, el grupo de cuatro estaba compartiendo anécdotas y bromas. La atmósfera se sentía ligera y despreocupada, una rara pausa en medio de sus vidas monótonas.
Hanae, además de estar en la conversación y muriendo de risa con ellas, anhelaba poder sacarlas de ese lugar. Realmente eran personas maravillosas que, por situaciones desafortunadas de la vida, llegaron a ese lugar.
Estaba agradecida por haberlas conocido y no deseaba que eso cambiara.
—¿Ustedes saben cuál es el cuarto de la nueva?— preguntó Hanae, tomando un sorbo de su té. Todas tomaban té verde a excepción de ella, con su té de glicinas.
Las otras chicas se miraron entre sí antes de responder.
—Creo que está en el ala norte, en los cuartos más alejados— respondió Kyoko, recordando vagamente lo poco que escuchó.
Haru asintió, confirmando la información.
—No es el lugar más cómodo, pero supongo que es lo que le tocó— dijo Yuna, esbozando una sonrisa de lado.
—Tal vez podamos ir a visitarla y hacerla sentir incluida— respondió Hanae con una sonrisa.
Las chicas asintieron emocionadas, de acuerdo con la idea.
