El menor de los Uchiha ha decidido convertirse en padre, sin importar la existencia de una pareja. Pocos conocían su deseo y al verse cumplido, todos quienes lo conocían quedaron sorprendidos, especialmente porque les intriga cómo es que Uchiha serí...
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Karin y Kisho ya habían terminado de merendar las galletas con leche que ella sirvió, en ese tiempo el niño no dejó de pelear contra el sueño que aún sentía, y aunque la pelirroja le indicó que se fuera a dormir mientras ella lavaba los trastes que ocuparon, su hijo se reusó completamente.
−Te esperaré –respondió Kisho quien apenas se alejaba unos pasos de su madre− Y a papá.
Ahora que Kisho lo mencionaba, Itachi y Sasuke parecían seguir afuera. En realidad no podía asegurarlo ya que el lugar era una mansión, pero de todas formas pensaba que lo obvio sería alguno de los dos fuera a la cocina a dejar lo restante del pastel.
−Quizá tu papá y tu tío ya se fueron a dormir –comentó Karin terminando de lavar los trastes− Será mejor que hagamos lo mismo.
−No, papá jamás se va a dormir sin asegurarse que ya me acosté –negó el niño reprimiendo un bostezo− Vamos a esperarlo ¿si mami?
Entre menos viera a Sasuke mejor para Karin, después de lo ocurrido no quería si quiera tener que volver a verlo, y aunque iba a negarse con el argumento de que ya era tarde, Itachi y Sasuke entraron a la cocina antes de poder decir algo.
−¿Siguen despiertos? –Itachi se vio sorprendido− Puedes dormir con Kisho...
−¡Papá! ¡Qué bueno que ya estás aquí! –exclamó Kisho halando a su madre de la mano para alcanzar la mano de su padre− Durmamos juntos.
La cocina quedó completamente en silencio tras la petición del niño y quizá Itachi habría hecho un comentario sarcástico o alguna burla a su hermano, pero tras oír de boca de él lo que había pasado años atrás, el momento resultó incómodo.
−¿Por qué no mejor duermes con tu mamá en tu cuarto? –finalmente Itachi rompió el silencio− Así tendrán tiempo para ustedes.
−No, no quiero –hizo un mohín− Quiero dormir con mis papás, finalmente estamos juntos –haló las manos de sus progenitores para mirarlos a ambos de forma suplicante− ¿verdad que si?
−Kisho... −Karin apenas murmuró el nombre de su hijo suplicando que le diera un descanso de Sasuke.
−Mamita por favor –lanzó un gran bostezo.
−Vamos a ponerte el pijama –terminó por decir la pelirroja sonriendo, y no era que hubiese cedido a la petición de su hijo, pero intentaba ganar tiempo antes que seguir con silencios incómodos− ¿Dónde está tu cuarto?
Luchando contra el cansancio, Kisho llevó a su madre hasta la habitación con emoción, y aunque desde hacía tiempo él ya se vestía solo, no perdió la oportunidad de hacer que Karin lo vistiera. Al mismo tiempo, la pelirroja apenas pudo disfrutar del momento, pues estaba pensando cómo evadir la petición del niño. Cuando hubo terminado de vestir, un mensaje llegó a su celular.
−Vamos con papá –pidió el niño tallándose los ojos.
−Ve tú, ahora los alcanzo –pidió Karin, pues debía revisar el mensaje y llamar a sus hermanos para avisar que no llegaría a dormir. Por supuesto que Kisho quiso protestar− Debo ir al baño.
