Mierda, era mi primer día en Miyagi, viviendo con mi mejor amigo Kenma y lejos de mi familia... Se sentía un poco extraño, independizarme...
Toque la puerta de la casa de Kenma, él abrió con la característica tranquilidad que se le notaba siempre, me lance sobre él para abrazarle, esperando que me apartará o algo, pero no fue así, había recordado lo bien que se sentía abrazar a tus amigos o a la gente que quieres.
—¡Kenma!
—Bienvenido a casa, Shoyo...
Mi corazón se detuvo por un momento, mi familia nunca se encontraba en casa, mayormente mi padre pasaba en la casa de mis abuelos o trabajando y Natsu siempre estaba con el o con mis abuelos, así que estaba solo siempre, así que era raro que alguien dijera "Bienvenido a casa" después de lo que me hacían en mi antiguo instituto.
—Gracias... Kenma —Le abracé con más fuerza y sentí su aroma tranquilizante.
Kenma me invito a pasar y me mostró la casa completa, era realmente linda y acogedora, se sentía bien estar en un lugar así, me llevó a donde sería mi habitación y preparo la cama en donde yo dormiría.
El resto de la noche la pasamos de maravilla, nos sentamos en el sofá a ver películas de terror hasta cagarnos en nuestros propios pijamas, luego de eso jugamos algunos videojuegos y apostamos, sin darnos cuenta nos quedamos dormidos hasta tarde. La alarma nos despertó, haciéndome caer del sofá al suelo, Kenma río por mis quejidos y se levantó a preparar el desayuno para ambos, me fui a duchar y abrí mi maleta para sacar algo de ropa con la que iría a Karasuno.
—Bien, tranquilizate Shoyo... No pasará nada malo si te juntas con la gente correcta, así que solo quédate cerca de mí, si estás conmigo, no pasará nada malo, lo prometo...Asentí con la cabeza, a pesar de que Kenma me diera mucho apoyo, en mi mente solo pasaban escenarios en los que me podía meter en problemas y llegaría a casa lleno de golpes y con mucha hambre y miedo.
Kenma me tomo de la mano y me ayudo a pasar entre toda la gente que estaba amontonada en los pasillos de la preparatoria, tenía demasiado miedo, la gente se nos quedaba viendo y eso me hacía sentir incómodo.
—Te miran por tu llamativo color de pelo y por lo lindo que eres, no pienses en cosas malas.
—¿Lindo...? —Replique extrañado.
—Aquí es Extraño que algún chico de otra ciudad venga con el pelo de ese color y más si es natural, creo que es porque no se suelen ver pelirrojos...
—Es algo incómodo...
—Solo espero que los 5 idiotas no te encuentren...
—¿Cinco idiotas...?
—Son los malditos reyes de aquí, por su dinero, buenos deportistas y sus atractivos rostros y cuerpos, en fin, son los 5 idiotas, como los suelo llamar yo. —Reí ante su calma al decir tal cosa ¿Cómo es que Kenma podía ser de esa manera? Tan fuerte, se veía genial... En cambio yo, me escondo de todo... Mierda. —,En fin... ¿Quieres comer algo de las máquinas?
ESTÁS LEYENDO
The Lavender Flower [KAGEHINA]
RandomShoyo era un estudiante becado gracias a su increíble habilidad en el deporte de voleibol, también por sus notas. Había dejado todo atrás para entrar al Karasuno, incluyendo a su familia, que consistía en Natsu, su hermana, fue a vivir con su mejor...