Voleyball

99 7 0
                                    

—Bokuto, ya estamos aquí! —Grite mientras corría hacia el con los brazos abiertos.

—¡Hey, hey, hey..! Al fin han llegado, Shoyo, Kenma. —Bokuto se acercó a nosotros con esas típicas sonrisas que mataría a cualquier chica.

Estaba tan feliz abrazando a mi amigo, al momento de alejarme de él, puede divisar figuras de personas que no conocía junto al resto de nuestros demás compañeros que aún no he podido conocer del todo.

Entrecerré mis ojos para verles mejor, era cinco, hablando entre sí, pude divisar a un chico con el pelo azabache quien se recogía el cabello entre sus dedos para así hacerlo para atrás, ahí me di cuenta de quienes se trataba... ¡Eran los cinco idiotas!

—¡Kenma! ¡¿qué hacen los cinco idiotas aquí?! —Corrí hacia el exaltado.

—Mierda... No tengo ni puta idea, espera le pregunto a los demás.

Kenma se acercó a Yamaguchi, se sobresaltó al verle dirigirse con una mirada sería, estuvieron dialogando un poco y pude ver a Yamaguchi algo nervioso, pasando su mano hacia su nunca, rascándola de manera nerviosa y soltando una pequeña risa. Kenma se acercó a mí de nuevo, suspirando y negando con la cabeza.

—¿Paso algo? —Pregunte algo preocupado por su gesto.

—Pues lo que paso fue que Yamaguchi solo invito al cuatro ojos, los demás han venido porque siguieron a Tsukishima y pues aquí están...

—Bueno... Mientras todos estemos bien supongo que no hay problema ¿Verdad? —Intente animarle, no quería que Kenma estuviese incómodo gracias a esos cinco. —¡Así que anímate Kenma, que estoy aquí contigo...! Claro, los demás también estamos acá, no tienes por qué poner esa expresión.

—Es solo que... Pensé que no estarías a gusto si esos imbéciles estaban acá... —Agregó tocando su nuca con algo de timidez.

—Bueno, estamos juntos... Así que no veo el problema, mientras estemos unidos, estoy bien... Ahora si ¡a disfrutar! —Corrí tomando un balón de vóley en manos y me dirigí hacia la red, era tan alta que era imposible que pudiese llegar a ver al otro lado de un solo salto.

Los cinco idiotas se voltearon hacia nosotros con una sonrisa burlona, Kenma me estaba explicando los pasos, claro que le estaba escuchando, pero mis ojos estaban fijos en los del aquel azabache que también me miraba de la misma manera, ambos empezamos un duelo de miradas, era intimidante su mirada y su sonrisa arrogante, pero no iba a perder ante un idiota como el. La voz de Kenma me hizo reaccionar y apartar mi mirada.

—Bien, eso es todo... ¿Entendiste Shoyo? —Di un pequeño salto al escucharle, asentí con la cabeza mientras di unos cuantos pasos atrás, Kenma se posicionó en la otra punta de la red, preparado para que le lance el balón y el me lo colocase —. Bien, a la cuenta de tres, correrás y harás los mismos gestos que yo hice, ¿Entendido? —Asentí a sus órdenes, este me sonrió. Claramente no estaba listo, pero todos nos miraban y mis ganas de demostrar que era bueno en esto incrementaron, ahora los nervios eran adrenalina que se expandía por todo mi cuerpo. —Uno... Dos... ¡Tres!

Corrí y antes de saltar hice mis manos hacia atrás para tomar más impulso, al último paso gire levemente mi cuerpo y salte... Sentí esa presión de adrenalina en mis venas, la pelota estaba llegando justo exacto hacia mi palma, golpee el balón con todas mis fuerzas y este choco contra el suelo, escuchándose un fuerte golpe ante el contacto con el.

—Eso... ¡Eso fue increíble Shoyo, es como si hubieses volado! —Grito Yamaguchi emocionado, acercándose a nosotros con una sonrisa en su rostro.

—No creo que lo haya hecho tan bien como dices Yama... —Comenté pasando mi brazo por mi cabeza, sonría nervioso, pues no estaba acostumbrado a tantos halagos.

The Lavender Flower [KAGEHINA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora