Etapas

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—¿que demonios te estaba diciendo Atsumu? —Kenma habló de manera un tanto agresiva.

—¿Ah...? —Solté ante la confusión de tal pregunta —, no era nada... Solo estábamos hablando de cosas normales.

—Shoyo, no me creas el tonto... Se muy bien que el te dijo algo, por favor, te pido que me cuentes todo lo que te dijo... —Kenma me miró detenidamente, mirando mis facciones en busca de una mentira.

—En serio... Solo hablamos de los partidos de volei... También me pregunto si era virgen... —Conte una parte de la conversación que tuve con Atsumu y Kenma rápidamente frunció su ceño.

—Ese maldito... —Kenma habló entre dientes.

—¿Estabas con Kuroo? —Solté una pregunta repentinamente, está vez yo le miraba detenidamente, buscando alguna mentira que pudiera salir de su boca.

—... Shoyo yo... —Intento hablar Kenma, pero se quedó callado al ver que no podía ocultarme la verdad —. Si...

—¿Por qué sigues haciendole caso? —Mi ceño se frunció por instinto, no entendía a Kenma, a veces podía llegar a ser muy contradictorio.

—Joder, no lo sé... Simplemente no puedo sacarlo de mi cabeza tan fácilmente, es como si me controlará.

—Es lo que hace —Hable con firmeza, intentando ayudar a mi amigo.

—Se que lo hace... Pero simplemente no puedo librarme de él tan fácilmente, en verdad lo odio, pero es como si instintivamente voy tras el —Kenma revolvió su cabello de manera frustrada.

—Si quieres escuchar mi consejo... Te diría que usarás mano dura con el —Una sonrisa sádica apareció en mi rostro.

—¿A qué te refieres con mano dura?

—Ya sabes, intenta provocarle de alguna manera, estoy seguro que caerá y fácilmente te hará algún berrinche de celos o algo así —Me encogí de hombros.

—¿tu crees? —Habló Kenma, parecía no estar muy convencido de mi plan.

—Créeme, te podría solucionar la vida —Coloque una mano en su hombro y le dedique una sonrisa sincera.
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—¿Donde demonios esta metido el idiota de Atsumu? —Estaba realmente irritado, no había visto a Atsumu en casi toda la puta fiesta y no le encontraba, hasta que le vi bajando las escaleras, se notaba satisfecho, pero... ¿Por qué razón será que tiene esa estúpida sonrisa en su rostro? Que molesto.

Camine hacia el con paso decidido y en cuanto sus ojos encontraron los míos, la pequeña sonrisa que mantenía en su rostro, se extendió aún más, algo completamente irritante. —¿En donde te habías metido, maldita rata? —tomé el borde del cuello de su camisa con rabia.

—Hey, hey hey... ¿Por qué estás tan molesto? —levantó las manos de forma inocente y me dedico una sonrisa. —no me digas que... ¿Nos viste con Shoyo?

—¿que...? ¿Shoyo? —pregunte totalmente aturdido.

—Ya sabes... El enano del que siempre te quejas, el pelirrojo ese.

—¿Por qué me estás diciendo todo esto? —Mi ceño se frunció aún más —¿que es lo que intentas realmente?

—¿Yo...? Yo no estoy haciendo nada, simplemente estaba charlando con Hinata.

—¿Sobre qué? —Hasta a mi me pareció extraño mi forma de hablar rabiosa.

—Bueno... Son cosas personales, Tobio... Tranquilízate, aún no me he robado su virginidad.

—¿Robarsela? ¿Es virgen? —Mi sorpresa pareció hacerle gracia a Atsumu, ya que dio otra sonrisa tonta.

—¿No lo sabías? —me miró con arrogancia —Y yo que pensé que tal vez tu fuiste el primero en enrrollarte con el...

Me separe de él bruscamente y camine en dirección opuesta a él, mi rabia solo incrementaba cada que el idiota de Atsumu estaba cerca, mientras Caminaba por los pasillos de la casa, choque con alguien y rápidamente reconocí su aroma. Era Hinata, quien estaba junto a Kenma.

—Kageyama... —soltó luego de un suspiro y ambos nos quedamos examinando nuestros rostros por algunos segundos. Hasta que por fin decidí romper el silencio y hablar.

—Fíjate por dónde caminas —Dije sin pensarlo, el quito su expresión de perdido y rápidamente frunció su ceño.

—Tu eres el poste de luz que no mira por dónde va, solo camina y no mira a sus alrededores, porque solo va pensando en el —Hinata contraataca.

—Tienes razón, ya que yo siempre llevo la frente en alto —me incline para ver su rostro molesto más de cerca y le susurre —A comparación de ti, siempre tienes que mirar a tu altura, o sea, abajo.

El frunció el ceño y su amigo Kenma se acerco para defenderle —No hace falta, Kenma.... —Habló Hinata, no quitaba su mirada de la mía, parecia determinado, pero ¿de donde sacaría la determinación este enano de mierda?

Le mire de arriba abajo, y sentí su aroma, pero su aroma estaba mezclado con uno repugnante... El de Atsumu —Apestas a mierda de caballo, toma una puta ducha —Le pase llevando con un pequeño empujón, que por su cuerpo pequeño, fue uno grande para él, tan imbécil y tan débil, que irritante.

—Tu hueles a vaginas y nadie te dice nada —¿Se atrevió a responderme? ¿Es en serio que este enano de mierda me acaba de responder?, me di la vuelta y le mire con rabia, me acerque a él con paso decidido y lo tome por su camisa.

—¿Qué mierda dijiste? —Frunci mi ceño al ver sus ojos, y más al sentir su aroma, era asquerosamente dulce, lo odiaba. Detestaba ese aroma, pero por alguna razón no me cansaba de olerlo, me siento como un imbécil, solo estoy perdiendo tiempo con este idiota, —No te metas en mi camino, virgen de mierda —Gruñi, sus mejillas parecieron ruborizarse cuando mencioné sobre lo de su virginidad, pero que... Imbécil.

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Hace cuanto me desaparecí (igual que mi papá JJAJSJAJAJAJSD) 😨😨😨 alaberga, bueno, perdón por todo, mis ideas se habían acabado y pues, no sabía cómo continuar la historia, pero muchas gracias a las personas que continúan leyendo esto, son un amor <3 intentaré volver a actualizar todo esto, les quiero.

The Lavender Flower [KAGEHINA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora