¿Que nos pasa?

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-¿Joder Bokuto... te encuentras bien? -Bokuto estaba en piso retorciéndose dolor.

-Sí... mierda... ¿Qué le hice al Rey ahora?

-Ya sabes como es ese idiota, se mete con las personas que quiere... -Intenté ayudarle a que se levantara, -¿Duele mucho? -Le pregunté dándole una cálida sonrisa.

-No tanto... quizá en otro momento el dolor pasara, perdón por las molestias...

-Ya sabes que no es una molestia para mí, ¿somos amigos, no? -Bokuto me miro y me soltó una de sus enormes sonrisas que ablandan el corazón de cualquiera.

-Por supuesto que lo somos.

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La clase estaba más aburrida de lo normal, o quizá solo era el maestro que su voz me cansaba demasiado. Intenté mantener mis párpados abiertos, pero como era de esperarse, caí dormido encima de mi escritorio.

Podía sentir la mirada de alguien en la nuca. Con cuidado levante mi cabeza del escritorio, y la gire para observar mi entorno, hasta que por fin pude divisar la figura de aquel azabache que ponía mi mundo de cabeza...

-¿Y tú que haces aquí? -Le pregunté mientras frotaba mis ojos, intentando recuperar la compostura.

-Kuroo me mandó a buscar a Kenma -La respuesta de Kageyama había sido tan fría como un balde de agua en épocas de invierno.

-Par de tontos... Kenma viene más tarde -Tomé mis cosas y las metí en mi maleta, levantándome con cuidado para salir del asiento, sentía mi culo dormido.

-¿En dónde está? -Kageyama se acercó a mí, interponiéndose para que no pudiese irme. -Ese gato siempre anda contigo ¿Por qué ahora no? ¿Lo has cambiado por el imbécil del búho? -Kageyama dio otro paso más cerca que hizo que retrocederá.

-¿Qué estupideces estás diciendo? - miré a otra parte, mis mejillas empezaban a sentirse calientes, no entendía el porqué tener cerca a Kageyama me ponía los pelos de punta. Quizá era porque no soportaba su horrible presencia. -Kenma tiene clases más tarde... por eso no estoy con él -Le explique, sabía que no tenía que estarle dando explicaciones de tal cosa, pero por alguna razón, algo en mí decía que tenía que aclararle las cosas.

-Entiendo... -Otra vez esa mirada, que carcomía mi interior y mi alma... era como si me estuviese desnudando con solo verme, ¿siempre había sido así de sensible?

-Ya me tengo que ir... tengo hambre y no he comido nada -Intente avanzar, pero Kageyama me bloqueo, haciéndome chocar contra su pectoral, que a decir verdad, lo tenía muy bien trabajado.
-¿Necesitas algo más? -Mierda, mi voz salió entrecortada por los malditos nervios.

-Quizá... -Arqueo una ceja, intentando averiguar a qué se refería, me tomó por los brazos y me estampó contra la pared con fuerza, haciéndome soltar un quejido de dolor. -Sí, te dejo ir... ¿Con quién estarás ahorita que no tienes a tu sucio gato? -Susurró en mi oído con una voz imponente.

-Eso no es de tu incumbencia, déjame ir... -Le pedí mientras hacía el esfuerzo por soltarme de su agarre. Esta vez él no respondió, su respiración se escuchaba algo alterada, mis nervios solo incrementaban con el pasar de los segundos.

-Dime Hinata... primero con Atsumu y luego con el estúpido búho, ¿a quién de los 2 te piensas coger? -Kageyama pegó su frente contra la mía. Sus manos bajaron hasta mi trasero, apretandolo suavemente, un gemido salió de mis labios.

-¿De qué demonios estás hablando, Kageyama? -Apreté sus hombros con mis manos, esperando a que se detuviera por sí solo, -¿es por lo que paso esta mañana? -Susurre y le mire a los ojos.

-¿Te estabas besando con él? -Esa pregunta me tomó por sorpresa, ¿besarme con Bokuto? Quizá en esa perspectiva lo vio Kageyama, estaba detrás de nosotros, ¿no?, y Bokuto se había acercado demasiado para medir mi temperatura, supongo que es normal que se sienta así...

Un minuto... ¿Sentirse cómo? ¿Molesto? ¿Asqueado? O a caso... ¿Kageyama se sentía celoso? No, es imposible, un idiota como él jamás se pondría celoso, él me odia, ¿Verdad?

-¿En qué tanto piensas? -La voz del azabache me hizo recuperar la compostura, sin darme cuenta, el cuerpo de Kageyama y el mío estaban completamente juntos, podía sentir como la hebilla de su cinturón golpeaba parte de mi abdomen.

-No es nada... ¿Podrías hacerte a un lado? -Le pedí suavemente e intenté apartarle, pero me agarro con fuerza de la cintura, apretándome contra él.

-Me temo que no se me da la gana -Kageyama ha estado raro desde la noche anterior y por alguna razón... no me desagradaba, y me sentía Asqueado de mí mismo por eso, ¿debería romperle la cara ahora mismo?

-Has estado raro últimamente, parece como si ya no te desagradara mantenerme cerca de ti... porque me mantienes pegadito a tu cuerpo -Susurre, sus labios estaban muy cerca de los míos.

-¿La cerveza de ayer te está haciendo efecto hasta ahora? -Él dijo en un tono burlón, no pude evitar soltar una pequeña sonrisa.

-Lo mismo te digo a ti... -Susurre y me pegue más a él, mi pecho estaba presionado contra su pectoral, Kageyama respiro de manera pesada, haciéndome cosquillas. Si Kageyama estaba jugando sucio, debería de jugar de la misma manera ¿No? Así todo es mucho más divertido.

Él levantó una de mis piernas y me puso contra la pared, podía sentir su mano en mi muslo, apretándolo levemente, mientras sus labios estaban muy cerca de los míos, enrolle mis brazos alrededor de su nuca y sentí como el bulto en los pantalones de Kageyama se pegaban contra mi pene levemente erecto ¿con solo estar así de cerquita ya lo tenía duro?

-¿Ya estás duro...? -Pregunte con una sonrisa burlona mientras miraba sus ojos, sus iris estaban oscuro, pero podía ver el reflejo de la lujuria asomándose en ellos, ese brillo de tener algo que ansia, era realmente excitante sentirse deseado. ¿Qué nos estaba pasando a ambos? Ni siquiera yo lo sabía, pero amaba la sensación.

-Tú me has puesto así... ¿Por qué no te haces cargó? -Dijo y me dio una estocada por encima de la ropa, haciéndome soltar un pequeño gemido, desde ya podía notar que tenía un pene realmente grande.

The Lavender Flower [KAGEHINA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora