Daydreamer's

Capitulo 7

Adele

Tenía las tijeras justo arriba de mi cara no quería morir allí, no ahora, no sé de dónde tomé la fuerza suficiente para voltearle las manos y con su propio peso de él se clavó las tijeras en el brazo.

–¡AHHHH! maldita estúpida... Me las vas a pagar dijo sacándose las tijeras del brazo mientras yo trataba de salir de la habitación lo más rápido posible, pero el me alcanzó y cerró la puerta con seguro, cuando la cerró se escuchó otro balazo, a mí mente llegó la pobre niña ¿Qué le habrán echo? Me tiró sobre el piso y comenzó a quitarse su pantalón rápidamente, mientras me besaba y yo no podía hacer nada, solo sentía asco cuándo lo hacía me tocaba cada parte del cuerpo sin delicadeza alguna. Cuando me beso nuevamente me safe de sus brazos y le metí un puñetazo en la cara, volviendo a salir tapada con la sábana mientras el salió corriendo tras de mí con la navaja en la mano, empezé a bajar las escaleras cuando ví a aquella niña sentada en el suelo frente al otro hombre que ¿Estaba muerto? Entonces sentí un fuerte dolor en mi pierna derecha que me hizo caer de las escaleras, la niña solo se fue corriendo  que supongo yo estaba asustada, no podía ni levantarme, no sentía la pierna, sentí que me tomaron del brazo y aquel hombre que aún quedaba vivo me quito la navaja de la pierna haciendo que gritara nuevamente a lo que el respondió con una cachetada que me dejó en el suelo, me tomo del cabello me levanto y me dió otro golpe, nuevamente trato de levantarme pero no tenía la fuerza suficiente en mis piernas y no pude ponerme de pie cuando le dije que no podía comenzó a patear mi estómago y  yo no podía hacer nada, sabía que me iba a morir aquí desangrada, golpeada o por una hemorragia interna, no tenía posibilidad alguna de sobrevivir, si me iba a morir que sea ya, deje de cubrir mi estómago y solo dejaba que me pateara, entre más rápido mejor. Entonces escuché otro balazo y el hombre se quedó tieso y cayó encima de mí, la niña había disparado. Traté de decirle algo pero ya no tenía fuerza alguna.

–Tranquila señorita yo la cuido ¿si?-dijo la niña con lágrimas en sus ojitos y yo solo le sonreí.

– Por favor no me deje, por favor no quiero quedarme sola- dijo la niña abrazándome- espere dijo sacando su cinturón, mojo un trapo con alcohol y lo puso sobre mi herida de la pierna haciendo que soltara un grito, luego amarró su cinturón para detener un poco el sangrado y salió de la habitación en busca de un celular o teléfono ya que el mío no estaba, me descubrí la sábana y ví que estaba llena de sangre, puse mi mano en mi pancita acariciandola cuidadosamente, y continuamente repetía: perdóname.. perdóname bebé... Por no haber echo nada por ti, por evitar que te lastimaran, solo...quiero que me perdones por favor... Aún no naces y ya te falle como madre. Pero no lo volveré a hacer te lo juro. Poco a poco perdía la fuerza, ya que me salía sangre en abundancia. Lo último que recuerdo antes de desmayarme fueron unas sirenas de ambulancia o tal vez era mi imaginación.

Laura

Esta mañana recibí una llamada en la cual me dijeron que pudieron haber encontrado el paradero de Adele y  rápidamente sali de casa. Suplicaba por qué estuviese bien, que no le haya pasado nada a ella ni a su bebé. Era un viaje largo comenzabamos a salir de la ciudad nos quedamos en una parte de la carretera y les pregunte:
–¿Y ahora a dónde vamos?

–Ese es el problema, asta aquí fue donde vimos el automóvil, ahora tendremos que buscar por nuestra cuenta. Rápidamente todos los oficiales junto con doctores (por si estaba herida) bajaron de sus unidades y comenzaron a buscarla o almenos el coche por si daba algún tipo de pista.
Estaba obscuresiendo rápidamente, ví un par de oficiales que venían corriendo gritando:
–¡LA ENCONTRAMOS! ¡LA ENCONTRAMOS! Rápidamente subí a mi camioneta y los seguí, nos desviamos por un camino y a lo lejos se veía una casa parecía que estaba abandonada se veía muy vieja y descuidada.
Rápidamente baje de mi camioneta y entre a la casa lo primero que ví fueron dos hombres tirados en el suelo y Adele de igual manera, al ver a Adele se me partió el corazón en un millón de pedazos, tenía una gran herida de la cual salía bastante sangre, tenía rasguños en todos lados, marcas de manos en sus brazos, chupetones en el cuello y pecho, tenía las mejillas rojas e inchadas y con un ojo morado. Me quedé simplemente en shock no podía creerlo, no podía creer qué esto paso y por mi culpa por qué yo la dejé sola, no debí de aberlo echo... La sacaron de allí junto con una niña y un hombre el cual al verlo vivo me di cuenta que el le había echo esto a Adele corrí hacía el metiéndole un puñetazo en la cara.