Capítulo 16

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Narrador

Luego de unos minutos llegaron a aquel lugar con el que Adele se había quedado maravillada, estaba lejos de la ciudad, de los problemas, de todas esas preocupaciones que las personas tenemos, de todo lo malo que hay en el mundo, del dolor, de las pérdidas, de corazones rotos, de la tristeza, del enojó y de la decepción. Esté lugar era todo lo contrario a eso, aquí estaban solo ellos dos y la naturaleza junto a una pequeña cabaña que tenía un pequeño muelle y un lago a su lado, los únicos sonidos era el del aire, el de los animales y el de sus voces, los únicos testigos de lo que sucedería allí eran ellos y la naturaleza estaban completamente desconectados del mundo exterior y a eso yo le llamo paz.

Adele

Al bajar de la camioneta mi boca calló al suelo, el lugar era hermoso, el viento iba de un lado a otro jugando con mi cabello, podía ver un lago detrás de la cabaña un hermoso lago que brillaba con los rayos del sol, había bastantes flores de colores por todos lados, el pasto estaba bastante grande que me llegaba hasta las rodillas.

—¿Entramos o quieres seguir viendo todo por una hora más? —Pregunto Dwyane.

—¿Eh?

—Jajaja, ven conmigo —me tomo de la mano y entramos a la cabaña la cual era todavía más hermosa—Y... ¿Te gusta?

—Es...Es hermosa.

—Qué bueno que te aya gustado ¿Quieres comer?

—Si por favor me muero de hambre.

—Jajaja, espero que la comida este buena.

—Si no la cocinaste tú seguro que si.

—¡Oye! Qué grosera—ambos reímos—de echó si compre la comida por qué yo soy un desastre cocinando.

—Ja, me lo imaginé, ¿Te ayudo a algo?

—No.

—Ay por favor, me siento inútil.

—No lo eres, ah... Ya se en que me puedes ayudar.

—¿En qué?

—En sentarte en aquella mesa...

—¿Mesa?

—Que diga silla de allá... Y no moverse de allí ¿Okey?

—Oyeme pues ni que fuera perro.

—No, no quise decirlo así... Sabes que mejor quédate allí, o has lo que quieras mientras yo termino aquí.

—Bueno, como quieras.

—Gracias—dijo con una sonrisa fingida a lo que yo respondí con una cara de disgusto y me le quede viendo seriamente—¿Por qué me miras así? Das miedo aveces.

—¿Ah sí?—Volvi a verlo seriamente y él me evitó la mirada—Jajaja bueno, bueno me voy a sentar.

(...) Mientras tanto

—¿Entonces que haremos ahora?

—Ahh no lo sé...—respondio lanzando un vaso contra la pared.

—¿Pero por qué tan empeñado en hacerle daño a tu propia hija?

—Eso ya no es de tu incumbencia—piensa...piensa Mark Evans—se decía para si mismo.

¿Por qué tanta desesperación en hacerle daño a una persona tan buena? Que no merece ningúna tristeza, ningún dolor, ningún trauma, pero creo que Mark nunca pensó en eso, solo pensaba en si mismo y en su maldita obsesión por el alcohol cosa que le arrebató muchas cosas en su vida y lo llevo a cometer estupideces como las que hizo y seguirá haciendo, seguirá decepcionado cada día más a quien alguna vez fue su familia pero eso no le era suficiente o al menos ni se daba cuenta de que lo hacía, pensaba una y otra y otra vez en que hacer con Adele por fin se le ocurrió algo y llamó a su "colega" el cual vigilaba que era lo que Adele hacia, a dónde iba, con quién estaba y aveces que era lo que decía.

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