32|Horario familiar.

31.1K 1.8K 1.2K
                                    

Diana.

Estoy llegando al estudio porque al parecer después del ensayo Tom quiere que vayamos a una cita. ¡Una cita! Me hice pipí cuando me llamó por la mañana diciendo que pensara una buena excusa para ir al estudio y los chicos no sospecharan, aunque al parecer Georg ya sabe que estamos juntos. Hablando de Georg, quería hablar con él acerca de cómo se siente ante la decisión de Mack de mantenerse como amigos, le pregunté a Tom cómo le parece que está y él simplemente dijo «sobrellevándolo» lo cual me hizo preocuparme el doble. Dios, que difícil es el amor.

Mientras voy camino al estudio me pregunto qué razón podría inventarme que fuera lo suficientemente creíble. «Ay, hola, el jefazo me llamó para afinar las guitarras y eso» ¿Y si me lo encuentro y me delata y entonces Bill se entera y nos odia por los siglos de los siglos? No, mejor otra cosa. «He venido porque los extraño mucho y si no los veo mis días se vuelven grises» Ush, no, muy intensa «¿Qué tal? Quería pasar a saludar porque vine al café de al lado». Sí, sí, eso me parece muy bien.

Por alguna extraña razón el edificio se ve más imponente ahora, tal vez porque estoy camino a ser crucificada, no sé. Mi corazón martillea contra mi pecho a toda velocidad, los nervios, la adrenalina de algo que no debe ser descubierto, el hecho de que voy a ver a Tom e iremos a una cita. ¡Una cita! Respiro profundamente y entro al estudio de una buena vez. Tom me había dicho que estaban en la sala dieciocho, pero que cuando entrara fingiera que ya había buscado en algún otro lado. ¿Cómo voy a hacer eso sin reírme como histérica por los nervios? No tengo la menor idea. La puerta de la sala donde ensayan está cerrada, pero cualquiera en el edificio puede saber que están tocando Pain of love.

Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo. Abro la puerta abruptamente y simulo que estoy a punto de quedarme sin aire. Todos me miran sorprendidos –excepto Tom que tiene una maldita y preciosa sonrisa secreta– y entonces me llevo una mano al pecho.

—Uff —me paso una mano por la frente para quitar el sudor inexistente de ella—. Llevo unos veinte minutos buscándolos.

—Hola, Di —me saluda Bill por el micrófono, me acerco a él y me da un beso en la mejilla.

Luego camino hacia Georg y le doy un fuerte abrazo, ahora que lo veo de cerca parece que lleva algunos días sin dormir y su sonrisa es apenas visible. Señor, me estoy sintiendo muy mal por él. Gustav se acerca para saludarme con un abrazo rápido y vuelve a su batería tan pronto como nos separamos. Ahora viene lo difícil, ¿cómo saludo a Tom? ¿Le doy un beso en la mejilla? ¿Un brazo? ¿Un choque de puños? Me doy cuenta que se me acabó el tiempo cuando ya estoy frente a él y me sonríe de lado. Oh no, alguien traiga un trapeador porque me derretí. Ya está, le voy a dar un puñetazo en el estómago y todos felices, cuando estoy a punto de extender mi mano para hacer el saludo más incómodo del mundo, de repente siento la mano de Tom en mi cintura y me atrae hacia él de un jalón, deja un beso bastante prolongado sobre mi mejilla y me suelta como si nada, volviendo a tomar su guitarra como si fuera lo más interesante del mundo. Estoy a casi nada de quedarme con una sonrisa boba mientras lo veo, pero entonces me repongo rápidamente y les sonrío a los demás.

—Ya tenía tiempo que no los veía, asi que los vine a visitar —no me pidieron explicaciones, así que ahora me siento muy estúpida por haberlas dado. A ellos no les importa porque me sonríen.

—¿Vienes a comer con nosotros después? —pregunta Gustav tocando ligeramente su batería—. Invitaremos a Emma.

—Invitaremos, dice —refunfuña Georg rodando los ojos, se dirige a mí—. Gustav la invitó porque desde el viaje a la playa no deja de hablar de Emma —comienza a imitar la voz de Gustav—. A Emma le encanta el pie de limón, Emma dice que no le gusta el frío, el trabajo soñado de Emma era ser diseñadora de modas, Emma se lava los dientes tres veces al día. Emma. Emma. Emma. Emma. Me harto, de verdad.

Al diablo las rubias. 「𝐭𝐨𝐦 𝐤𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora