Capítulo 15.

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-Por favor Lucía.
-¿hacer qué Niall? Solo estoy haciendo una pregunta, ¿Cuanto tiempo falta para que puedas separarte de ella?- cruza sus brazos sobre su pecho, se que ahora si está molesta.
-Luci, estás confundiendo las cosa- me interrumpe.
-¡BASTA NIALL!
-5 años, aún.- Luci ríe y entra al baño. Trato de seguirla pero cierra la puerta, toco la puerta, ella no abre. -Vamos Luci, necesitamos hablar, amor.- sigo tocando la puerta.-Te comportas como una niña, sal ya, Luci.- escucho la puerta abrirse y veo su rostro, tiene lágrimas en sus ojos y se detiene en el marco de la puerta.
-¿Qué pasa conmigo, Niall?, ¿no soy lo suficientemente adulta, o bonita? ¿O es todo lo contrario y Solo me quieres como compañía, como tú trofeo?- en su voz puedo escuchar tanto enojo y decepción al mismo tiempo.
-Nada de eso, amor. Eres perfecta, ¿si?
-Se que hace tres meses no tenias un compromiso conmigo, pero me mentiste.
-No sabía cómo reaccionarías, okey, si nos vimos, pero fue solo un fin de semana, no significó nada.
-¿Y este tampoco?
-Estás alterando lo que digo, Lucía.
-Me mentiste, Niall, y no se en cuantas cosas más lo haces. No estoy dispuesta a esperar a descubrir cada una de las mentiras que haz dicho, porque tú no sientes remordimiento sino hasta que eres descubierto.- Lucía golpea mi pecho empujándome y cierra la puerta.

9:34 p.m.

Estoy sentado junto a la puerta, no ha salido en un par de horas y estoy desesperado, la puerta se abre y ella sale, trato de alcanzarla tomando su pie, se enreda y cae sobre mi, me empuja levantándose, sale de la habitación, trato de acercarme pero su teléfono suena y contesta

-Hola mamá, ¿estás bien?...

8:04 a.m.

No pude dormir, no quiero hacerlo, necesito que hablemos. Estoy por levantarme de la cama cuando la veo entrar despacio sin hacer ruido ruido a la habitación, decido quedarme quieto y verla pasar al baño, tarda tal vez media hora en la que el agua se escucha caer y después sale del baño en ropa interior siendo media cubierta por una toalla, toma su valija y la sacas, cuando veo que cierra la puerta, es cuando me levanto a hacer lo mismo, no quiero alterarla, ella merece tranquilidad. Pasan de las 9 a.m. salgo de la habitación con mi valija y ella está junto a la barra sentada con su teléfono.

-Buenos días, Luci.
-Buen día.- dice sin mirarme.
-¿Quieres desayunar algo antes de irnos?
-Estoy bien, solo quiero irme ya.
-¿Estás segura? Son 4 horas de camino.
-Lo estoy.- veo como se levanta tomando sus cosas y abre la puerta para después salir. Dejo sobre la barra la propina, y salgo detrás de ella, no voy a intentar hablarla ahora, tenemos 4 horas de camino en los que puedo intentar casi cualquier cosa para disculparme. Vamos hacia el lobby entregando la tarjeta y llaman mi auto, mientras salimos, vemos el auto llegar y nos subimos. Los primeros 15 minutos fueron eternos, decidí aun no hablar hasta que pasáramos los puntos donde ella podría bajarse y conseguir un autobús o algo en que llegar a casa por su cuenta, los siguientes 15 minutos también, ella iba mirando hacia la ventana con todo su cuerpo echado hacia allá.
-No debí ocultarte las cosas, lo siento.-la miro por unos segundos.
-Ya no importa, no quiero hablarte.- dice alejada de mi.
-Luci, te dije que te amo, y es cierto. No quiero que esto se termine por una tontería.
-Niall.- suspira exhausta.- tal vez para ti sea una tontería. Pero para mi no lo es, confié en ti, y decidiste no decir nada, ahora me toca decidir si es lo que quiero en mi vida, y no.
-Lucía, admito que fui un imbécil. No debí ocultarte eso, lo siento, ¿si?, pero no volverá a pasar.
-Sabes que no volverá a psar...

Neigbors- N. H. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora