Mi Verdadera Esposa. ||Sasuke Uchiha||

4.- Solo Hay Problemas.

Protagonista.

Cerré la puerta a mis espaldas sintiendo las lágrimas rodar por mis mejillas mientras apretaba mis labios ahogando mis sollozos. Mi corazón no paraba de latir con fuerza y mis piernas no hacían más que temblar.

No creí sentirme así frente a Sasuke luego de...¿cuantos años han pasado? La última vez que lo vi fue a mis 17, a mis 20-21 años supe mediante una carta que se había casado con Sakura.

¿Entonces a que vino? ¿Solo quiere seguir torturandome?

—Agh...maldicion— puse una mano sobre mis ojos al sentir un dolor punzante en mi cabeza. —Solo hay problemas...

-Toc, Toc-

Me aparte de la puerta para así abrirla viendo a Zansul, quien apenas me vio puso una sonrisa en sus labios.

—Akira, lamento venir tan tarde, pero a llegado quien te ayudará en la consulta, es una enferma con buenas capacidades— entró en mi consulta. —¿Por qué no está tu típico olor a café? ¿Algún problema en el casino?

—fui tarde, y como sabes solo tengo 20 minutos.— me alcé de hombros mirando a la persona tras el jefe de la prisión.

—es una pena, veré si puedo instalar una máquina de café para ti— se hizo a un lado. —sin más demora, te presento a Uchiha Sakura.

La mujer levantó su mirada hacia mi, estaba bastante sería a la par que yo cruzaba mis brazos mostrando una sonrisa burlona.

—¿Uchiha?— pregunte.

—Un gusto señorita Akira— hizo una reverencia. —Estaré ayudándola en lo que más pueda, por favor cuide bien de mi.

Aparte mi mirada de ella. ¿Es una broma?

—Muchas gracias Zansul, ahora si nos disculpas, le mostraré la consulta y demás cosas "técnicas"— mostré una sonrisa solo para acercarme a mi escritorio.

—Llévense bien muchachas, y sobre todo cuiden bien sus espaldas, con dos mujeres tan lindas en una prisión completa de hombres, lo necesitarán. En todo caso Akira, ya conoció a Menou, además ya tiene su pulsera— se acercó a la puerta. —comienza desde mañana señora Uchiha.

Apenas la puerta se cerró, de la manga de mi bata cayo un Kunai hacia mi mano. Aparte la silla de mi escritorio de un golpe y acorrale a la de cabello rosado contra la pared con el arma ninja en su cuello.

—me vas a decir ahora... ¿Que carajos hacen tú y Sasuke aqui? Haruno.

—A ti no tengo por que.... Darte explicaciones Uchiha.— empuño su mano, probablemente juntando chakra en ella.

—¿en serio planeas hacer un escándalo? — pregunte. —cuando ni siquiera es tu primer día?— sonreí ladina. —Siempre tan tonta Sakura, al menos me conoces— puse la punta del Kunai justo en su yugular. —yo no dudaré en matarte... Menou puede comerse tu cuerpo.

Solo ahí la vi soltar el aire de sus pulmones mirándome directo a los ojos.

—Sueltame y hablaremos.

—¿Por qué te creería?— levantó su muñeca donde estaba la pulsera roja quitándosela.

—si intento algo solo puedes llamar a Menou ¿no?

—Good Girl Sakura.

Narrador.

Ambas mujeres se sentaron una frente a la otra, como paciente y doctor.
Akira usaba unos lentes mientras ataba su cabello cruzando sus piernas.
Sakura por su lado, solo mantenía ambas manos sobre sus rodillas mirando fijamente a la Uchiha.

Siempre le había parecido muy linda, sobre todo de niñas, cuando iban juntas en la academia. Aun se lamentaba haber sido tan orgullosa con ella y no haber aceptado ser amigas.

Todo por que Akira siempre fue muy cercana a Sasuke, y por celos, la mayoría la dejaba de lado.

—¿y bien? Llevas más de 10 minutos mirándome sin decir nada.

—Sasuke-kun.... Vino desde Konoha a buscarte— comenzó a hablar. —Naruto me lo contó, como su esposa, debo estar junto a él en cualquier situación y....

—como su esposa, debió haberte contado a donde y porqué venía.— interrumpio. —no me mal entiendas, también me pondría mal si mi marido va en busca de un antiguo amor... ¿Se podría decir así? O bien ¿Antiguo Juguete?— miro en su escritorio, la rosa en el florero. —Sasuke me hizo mucho daño Sakura, un daño que evite qué se lo hiciera a alguien más... ¿Acaso fui egoísta?

Rio despacio.

—¿eh?

—Exacto... Sasuke es mi rosa, una rosa vanidosa qué no sabe cuanto daño hace con sus palabras o sus acciones....¿De qué me sirve tener una rosa si existen millones de ellas exactamente iguales a las que tengo?— miro el cajón donde estaba su libro favorito. —Sakura ¿supiste que estuve embarazada?

—Si, pero dijeron que habías muerto y contigo tu bebé...¿Era de Sasuke?

—por supuesto que era de él— rio. —Sasuke nunca permitió que otro hombre se me acercara.— soltó un suspiro. —Váyanse de aquí...— pidió ya más seria. —y no vuelvan jamás, no quiero saber de ti, mucho mejor de Sasuke, controla a tu esposo ¿Quieres?

La vi apretar sus labios.

—Yo.... No puedo irme de aquí aún, Naruto enfermo, vine por Sasuke, pero también a buscar una cura para él.

Akira no pudo ocultar su sorpresa, aunque esta pronto se volvió risa.

—ya me parecía raro no encontrarme con el también, inseparables ustedes, siendo sincera, siempre creí que te casarías con él...dejame adivinar, Hyuga Hinata ¿se le metió por los ojos?

—no hables así de ella, Uchiha. Hinata de verdad amaba mucho a Naruto.

—Pero él— se quito los lentes. —te amaba a ti...— Sakura solo apartó su mirada de Akira mientras soltaba un suspiro. —Bien, que te vaya bien buscando una cura, en Redaku saben mucho del sabio de seis caminos.

—lo se, hable con algunos pobladores, podemos hayar algo aquí... Es un laboratorio y...

—tendrían que pasar por Zansul primero, espera... De hecho, tendrías que pasar por Menou, luego por Zansul.

—tu eres cercana a él.

Akira quedo mirando a la mujer.

—¿Planean usarme nuevamente?— miro a otro lado orgullosamente.

—Akira... Es Naruto del qué estamos hablando.

—Naruto... Naruto... Es gracioso como te preocupas por él y no su esposa, ella es quien debería estarme pidiendo ayuda, de hecho, sería más fácil con una Hyuga aqui— sonrio.

—ya basta con eso Akira, Naruto es mi amigo.

—suena más a que es tu amante— se burló.

—Yo amo a mi Sasuke! Jamás le haría algo como eso.

—ya veo— se puso de pie. —mañana comienzas a trabajar para mi, a las 8:00 abro la consulta, seguro ya te mostraron tu habitación, bye bye— movió una mano en forma de despedida. —si sacas algo de aquí me daré cuenta— camino hacia una habitación tras la cortina de la camilla.

—Agh... Había olvidado... Lo pesada qué era.— gruño Sakura antes de suspirar y ponerse de pie.