Capítulo 12

142 12 5
                                    

Pedro

Cuando recibí la llamada de Craig sobre Bianca en la ambulancia me aterre por completo. No sólo estaba desesperado por llegar para poder tenerla cerca, ahora se sumaba el miedo a que le haya pasado algo. A veces la veía tan pequeña y frágil, pero otras veces la veía como una mujer fuerte y valiente. En la sala de espera cuando le tuve que mentir al doctor que era su pareja, sentí un calor en el pecho. De solo imaginarlo se me aceleró el corazón. Concentrarme en la grabación fue un desafío estando ella ahí, detrás de cámara. Con mí cansancio sólo quería ir a mí cama y dormir, abrazado a ella. Todo con ella. Tenía que disimular, no podíamos demostrar afecto en el set, malditas reglas. Yo quería besarla cada vez que se acercaba con la brocha a mi rostro. Camino a casa reprodujo su lista de Spotify en el auto y juré que escucharla cantar y reír era un show que quería disfrutar por muchos años. El suave contacto de su mano con mi espalda me asombró. Sentí recorrer una bola de nervios desde mí cabeza hasta mis pies, como un tonto adolescente.
Las fotos de Twitter fueron un problema para mí, hicieron que entre un poco en pánico. Fui muy descuidado con ella, la emoción de tenerla cerca me cegaba. Tenía que cuidarla del internet lo más posible, suficiente con que haya tenido que poner en privado su instagram por acoso de unas fans. Recurrí a Sarah, mi fiel amiga, le confesé cómo las notas de los periódicos online me irritaban. Bianca no se imaginaba las barbaridades que hablaban de ella. Por suerte no le gustaba el mundo de internet. Sino los comentarios de los haters la devastarían. Me ardía la cabeza de solo pensarlo. No quería que la lastimen, jamás.
Anoche cuando la invite a dormir conmigo, me arrepentí a los minutos. No por ella, por mí. Por Dios que me sentí aterrado. ¿Si no le gustaba mi cuerpo? ¿Si acababa rápido? Ella es joven y hermosa, yo soy... Yo. Nunca opinó de mi barba o bigote, ¿Le gustarán? Miles de inseguridades nacieron en cuestión de minutos mientras esperaba que termine su ducha. Me acobardé tanto que el momento en que escuché que salió del baño, fingí estar dormido. No podía hacer esto ahora, no estaba seguro si realmente yo valía para ella.

- You still haven't told him about the notes about you?- Sarah cuestionó al otro lado de la línea. Ésta mañana desperté antes de Bibi, me quedé un rato observándola. Memoricé cada parte de ella: sus pómulos marcados, su piel tan suave y sus ojos, que aunque estuvieran cerrados yo sabía que eran mi café favorito. Acaricié su mejilla y un poco su cabello, hasta que soltó un pequeño quejido dándome un pequeño susto haciendo que me levante rápidamente. y aquí estaba ahora, tomando un café quejándome con Sarah por llamada. Ella me apoyó desde que empezó nuestra amistad en la escuela de teatro, prácticamente me adoptó.- You still there Pedro?

- Yes, excuse me I was thinking about all this.- Pasé mi mano bruscamente por mi rostro. Estaba cansado de los periodistas, pero eran gajes del oficio.- I think Bianca woke up, I'll call you later.- Mentí y cortamos la llamada después de arreglar una cita para cenar los tres, ella quería conocer a Bianca y seguramente tener alguien más con quién quejarse de mí. Apoyé mi espalda en el respaldo del sillón y cubrí mi cara con mis manos. Frustración era lo único que podía sentir. Necesitaba escapar unos días, viajar a Argentina sería un 2x1. Intentaba no pensar en lo nervioso que me ponía conocer a su familia, sentía la ansiedad en la boca del estomago, posé mi mano ahí y respiré profundo, necesitaba calmarme. Ya no estaba en edad para aguantar tanto enojo.

El sonido de la música y el agua cayendo en el baño me avisaron que Bianca ya se había despertado. Sonreí, a pesar de molestarla diciendo que es fastidiosa su música era lo que más me gustaba de ella, lo libre que era cuando escuchaba sus melodías favoritas. Llevé mi taza al lavaplatos y encendí la jarra eléctrica, que ya tenía cargado casi un litro de agua. Preparé los potes y el mate en la mesada para ella, aún no aprendía a prepararlo yo pero con las clases matutinas iba entendiendo. La bombilla se resbaló de mis manos y cayó al suelo. Al recogerla ví mi reflejo en el horno, parecía un puercoespín con el cabello tan despeinado. Recordé la sensación de los dedos de Bianca perdiéndose entre ellos, cuando me peinaba antes de ir a grabar. Cerré los ojos y exhalé, esta chica me tenía a sus pies.

- ¿Pedrito? ¿Estás ahí?- Al escuchar la voz de Bia me incorporé rápidamente, se sobresaltó pero me regaló una sonrisa, de mis favoritas.- Buen día pollito.- En cierto modo me encantaban sus apodos horrendos. Se acercó a mí rodeando mi cuello con sus brazos. Tenerla tan cerca me dejaba sin respiración, decidí robar un poco de la suya uniendo nuestros labios.

- Buen día hermosa, preparé tu mate.- Quería servirle toda la vida. Ella feliz miró la mesada, agarro los potes negros y se sentó en la mesa. Como el agua ya estaba lo suficientemente caliente como me enseñó, me dispuse a servirlo en el termo. Mientras servía escuche el sonido obturador de un celular, al terminar me acerqué a la mesa junto a mi chica. Le acerqué el termo y ella feliz me mostró algo en su teléfono. era una foto que subió a instagram de los potes de mate y yo de fondo.- ¿Me desenfocas porque te doy vergüenza?- Bromeé y me dio un golpe en el brazo.

- No seas tarado, es que no quiero que me roben la foto. ¿Vamos al super hoy?- Ella rió y yo dudé. Dudé y pensé mucho, salir juntos ahora, con la cantidad de criticas que recibía ella. Con las fans (o no tan fans, para mí), insultándola. Llamándome viejo, haciendo hilos de Twitter con sus datos. Si, me metí a Twitter a leer lo que decían sobre "¿Pedro Pascal y su nueva novia joven?". Me negué, no quería que salga conmigo. No si lo único que dirían de ella serían insultos y quejas. Ella se merece mucho amor y no le estaba pudiendo otorgar eso, y apenas llevábamos intentando algo hace dos días. Aunque sé que las fotos vienen de hace rato. Malditos paparazzi. Con dos insistencias más acompañadas de un puchero, me convenció y fuimos a hacer las compras juntos, como antes. Mientras empujaba el carrito con Bianca caminando a mí lado, recordé la compra que ejecuté en la mañana después de buscar el significado del efecto mariposa.-Compré los pasajes para viajar a Neuquén. Tendremos que hacer dos escalas pero es pasable.

- Sí, por eso no voy tan seguido. Son muchas horas.- Comentó mientras analizaba los ingredientes de un paquete.- Hey esto es vegano, quiero probar.

Abrí mí boca para contestar pero una mujer interrumpió mis palabras tocando mi brazo, enfoqué mi vista en ella.

-You are Pedro Pascal, right? Can we take a selfie?- Me saqué un poco de onda, "Estoy en un momento privado" pensé, pero con la mejor actitud que pude poner le afirmé y posé para la foto, luego de dos tomas la chica miró a Bianca, quién estaba observando la situación con el paquete aún en la mano. La note nerviosa hasta un poco asustada podría decir.- She is your girlfriend? Bianca, right? Can I take a picture with both?- La chica le tomó una foto a Bianca de manera prepotente, uní mis cejas en señal de molestia. "Hey" solté bruscamente. La chica rió.- Sorry, I'll only show it to my friends.

- Don't take pictures of her, don't be rude.- Mi boca habló antes que mi cerebro pueda pensar. Bianca abrió los ojos asombrada, haciéndome notar que estaba siendo brusco. El gesto de la fan cambió a uno espantado.- Sorry. We are in a private moment, we already took a picture. Can we go our way?- Me puse nervioso, ya no sabía que era rudo o no. La chica con cara de póker se alejó, cerré los ojos y exhalé. Bia se acercó a mí, abrí mis ojos para apreciarla, ella me miró con sus ojitos amorosos dedicándome una pequeña sonrisa, tenía que levantar la vista para poder verme a los ojos. La sentí tan pequeña. La molestia de mi cabeza se redujo hasta ser imperceptible, aunque tal vez seguía ahí. Seguimos con nuestra compra, pagamos, mitad y mitad como siempre insistía ella. Decidimos llevar el carro con las bolsas hasta el auto para que no sea pesado cargar con todo, pero al salir un pelotón de flashes nos atropelló cegando mi vista y la de Bianca, que levantó su mano para cubrir su rostro, un vocerío sonaba formulando preguntas que apenas podía distinguir.

"Pedro is she your girlfriend?"
"She's too young for you"
"Do you live together?"
"You're too old for her."
"She is not pretty."

"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Art Of Eye Contact (Pedro Pascal) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora