Capítulo 6

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Volví a pasar el día con Pedro.

Bueno, pasé el fin de semana con Pedro.

Era sábado en la noche, llevabamos mucho tiempo viendo Watchmen casi sin parar, él me explicaba la mayoría de las cosas porque yo no entendía prácticamente nada.

Extrañaba mis vinilos.

Me conforme con las meriendas escuchando Spotify de fondo. Pedro insistía que yo duerma en su cama y él en el sofá, pero siendo sinceros, por su altura no entraría y solo obtendría una molesta contractura. En cambio yo encajaba perfectamente y además me parecía muy cómodo.

Mis ojos observaban el techo de madera, me había despertado a las 2:47 am por una pesadilla. Ni recordaba de qué trataba sólo sé que mi corazón latía muy fuerte.

Estos días junto a Pedro habíamos acordado que yo traería mis cosas a su casa para no malgastar en el alquiler, y menos ahora que estaba desempleada. O eso creía, el lunes iría a hablar con el jefe.

Todavía pensaba en el cambio de trabajo, que sea junto a Pedro, que sea en un ámbito que no conozco para nada.

Dudé un momento pero me incorporé y tomé camino a la única habitación de la casa. Entré en silencio, lentamente me metí bajo las sábanas, esta vez Pedro llevaba remera y estaba panza arriba.

"Pedrito"

Susurré de frente a él, con mis manos juntas apoyadas en la almohada y mi cabeza sobre ellas. Tuve que repetir su nombre dos veces más hasta que abrió un ojo ladeando su cabeza para mirarme. Lo volvió a cerrar y habló.

—What are you doing here? Is everything good? —Se giró hacía mí.

—Tuve una pesadilla y no puedo dormir.Expliqué.

Él abrió sus brazos aún con los ojos cerrados. Me acerqué y recosté mi cabeza en su brazo izquierdo. Puse mis manos hechas puño sobre mi pecho. Nuestros cuerpos estaban enfrentados.

— Calm... Just was.. bad dream. I'm here... for you. Habló con voz átona.

Pobre, estaba cansado y yo me dedicaba a molestarlo. Cerró sus brazos apretándome un poco, se sentían tan reconfortantes.

Pasar tanto tiempo juntos nos otorgó una confianza física que al principio no había.

Por un momento repasé estos días, de a poco mi cabeza iba ampliando la imagen de lo que realmente era Pedro, un jodido famoso actor de Hollywood. No reparé de ello hasta que decidí buscar en Google o la lupa de instagram el viernes en la noche, curiosa. Fue una mala decisión porque ahora no paraba de pensar en una escena de una serie llamada Narcos que ví en un reels.

Ví muchas cosas. Demasiadas.

Cerré mis ojos y respiré tranquila, tratando de volver a dormir. Y lo logré porque después de ver todo oscuro me volvió a despertar el sonido de una alarma.

Ahora yo me encontraba abrazando a Pedro, "Como cucharita" diría mi hermana. Él se movió inquieto, queriendo apagar su teléfono. Me separé apoyando mi espalda sobre el colchón, estirando mis brazos lo más que pude. No podía sacarme la fiaca del cuerpo. Noté por el ruido que estaba lloviendo. Pedro maldijo un par de veces y se giró hacía mí.

—Buen día niña. Olvidé desactivar la maldita alarma.—Sonrió y yo le apreté la nariz, logrando un quejido de su parte.

—No me digas niña. Buenos días.

Después de una pequeña charla decidimos tomar leche con chocolate. El día lo ameritaba. Nos quedamos en la cama toda la mañana, él con su espalda apoyada en el respaldo de ésta y yo con mis piernas cruzadas frente a él.

The Art Of Eye Contact (Pedro Pascal) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora