Bianca
La música de Michael Jackson resonaba en toda la casa.
-Night creatures callin', the dead star to walk in their masquerade.- Cantaba con pasión mientras giraba en la cocina con el batidor en la mano. Estaba preparando un postre, o eso intentaba. Era el último día sin Pedro, así que quería presentarle un detalle para su llegada. Ahora sonaba "Every breath you take.", Mi cuerpo acompañaba la melodia mientras metía la bandeja de brownie en el horno.- Oohh, Can you see? You belong to me...- No supe en qué momento mi Spotify reprodujo "Nunca es suficiente" de Natalia Lafourcade, haciendome tirar al sillón mientras cantaba con lágrimas y todo. ¿Por cuántos estados de ánimo había pasado ya?
"Mi corazón estalla de dolor, ¿Cómo evitar que se fracture en mil?"
En medio de las lágrimas noté que mi teléfono se iluminó por una notificación. Era un mensaje de audio de Gustavo. Abrí el chat y puse play.
-Hola Bianca, acordate que llevo el mate para el set, y que me prometiste un poco del brownie de Pedro. Nos vemos allá en una hora, chauu.- Sí. Gustavo ya sabe todo, en poco tiempo me dio la confianza que ni mi hermana me generó. Tal vez porque es más fácil hablar con alguien que no te conoce de toda la vida a quienes sí. Hoy tocaba turno noche en el set, Craig me eligió para maquillar a los actores principales ascendiendo mi puesto. Contesté con un sticker del pulgar arriba y fui a observar el horno. Faltaba poco, así empecé a preparar el bolso de trabajo. Maquillajes, brochas, algunas espátulas para las prótesis simulando ser el hongo. Mis manos guardaban un pedazo de postre en un tupper, y mi cabeza pensaba en la conversación con Jaqui de anoche."Me lo imagine cuándo vi la foto de ustedes en Twitter. Solo quería esperar a que estés lista para contarme."
Bueno, no se esperaba qué conviva con Pedro, pero si que era su amiga. Esta vez no omití nada, estuvimos casi dos horas hablando. Andrea se molestó un poco porque me perdí la mitad de la entrevista pero Jaqui era más importante en ése momento. Termine prometiéndole viajar a Neuquén dentro de poco. Ahora debía explicarle a Pedro. "¿Por qué?" Pensé.
El pincel enrojecía la mejilla de Murray, él me parloteaba sobre lo que sucedió en la semana y yo asentía con interés. Cuando terminé, Gustavo me pasó un mate. Sentía tan agradable este ambiente, pero una parte de mí necesitaba la presencia de Pedro. Con mi amigo barbudo nos instalamos detrás de cámaras a una distancia prudente. Mientras transcurría la escena, donde Bill y Frank tenían su última cena, mi mente comenzó a disociar."You're my porpuse."
Flashes sobre mi vida en Argentina aparecieron de repente, alternando algunos momentos actuales. Mi madre enojada, mi hermana llorando. Pedro cocinando, bailando. Cerré los ojos. Una presión en el pecho apareció y subió la intensidad, lleve mi mano a este para que afloje pero no hubo resultado. Corazón, hoy no dejes de latir, por favor. Me costaba respirar, mis jadeos se volvieron mas fuertes debido a que mi garganta se cerró. Ahora mis manos se encontraban apoyadas en mis rodillas y mis ojos cerrados tan fuerte que dolían. Escuchaba la voz de Gustavo ahogada, mis oídos no me permitían hacerlo mejor. Sentí unas manos en mis hombros y vi unos pies de crocs y ambo. Lo siguiente que vi fue el techo de la ambulancia, y una enfermera moviendo sus labios. Un pitido comprimía mi cerebro y oídos.
Después, nada. Oscuridad. Silencio.Mi cuerpo pesaba y mis ojos se cerraban solos. El ruido del motor del colectivo me indicaba cuando frenaba y cuando avanzaba. El recorrido me lo sabía de memoria así que solo esperaba que haga la curva para bajar en la siguiente parada. Con los pies casi arrastrando caminé a mi casa, un poco emocionada de ver a mi pequeña perrita de 3 meses. Se la regalaron a mi novio hace dos meses y desde ese momento los días se volvieron más cálidos. Y la casa más sucia, no podía creer la cantidad de caca que hacen los cachorros. Entré a la casa y colgué la llave en su respectivo lugar, unas patitas tocaron mi pierna, era mi pequeña Arya dando saltitos para saludarme.
-Miss Vera... Bianca...- Una voz femenina pronunciaba mi nombre. Lentamente abrí los ojos volviendo a la realidad. Vi al doctor y una enfermera a su lado. Observé la habitación sin mover la cabeza. Unos pitidos salían de un monitor marcando el ritmo de mis latidos. Entendía dónde estaba y qué había pasado. No era la primera vez, tal vez sí en este año.
-Miss Vera, do you know where you are?- Preguntó el doctor, su pelo canoso y sus ojos cansados daban el aspecto de un hombre sabio.
-In a hospital, I had an anxiety attack.- Sentía la boca muy seca. El doctor asintió, luego chequeó los papeles en su mano.
-Yes, it's not the first time?- Negué con la cabeza.- There was nothing unusual in the exams. I think it's psychological. Or maybe broken heart syndrome.El doctor se retiro y la enfermera se encargó de ofrecerme agua y comida. Charlamos un sobretodaslascosas, yo sentada terminando la gelatina. Y con su voz tan amable preguntó si se trataba de un mal de amores. Cuando contesté que no lo sabía su boca se curvó en una sonrisa. "There's someone desperate to visit you, Miss Vera." Agregó antes de salir de la habitación. Recosté mi espalda sobre la almohada, y busque mí teléfono. Mierda. No estaba, lo dejé en mi bolso en la sala de maquillaje. Miré mi ropa que estaba en el sillón individual con el ceño fruncido. Pensativa chisté.
-Bianca...- Esa voz. Su jodida voz, giré mi cabeza casi en respuesta automática al origen de ésta. Pedro estaba en la puerta, con su pequeña valija y mochila, una campera colgando de su brazo izquierdo y unas ojeras demasiado oscuras. Dejó todo a un lado y se acercó rápidamente a mí.- Bianca ¡Ay, madre! Me preocupaste mucho. What happened?
- Estas cosas pasan cuando te alejas, baby chicken.- Bromee aunque un poco de verdad llevaba. Pedro frunció el ceño y apretó los labios. Parecía no causarle gracia mi broma.
-Bianca me asuste mucho. No había buscado ni mi maleta cuando me llamaron porque estabas en el hospital. Bianca...- Si volvía a decir mi nombre una vez más me darían ganas de besarlo. Tenía ¿Lagrimas? en sus ojos.- Me asuste mucho... mucho.- Mi corazón se apretó en mi pecho. Me incorporé y tomé su mano, torcí mis labios hacia un costado, no me gustaba preocuparlo. Esto no era su culpa.
- Lamento preocuparte, tuve un ataque de ansiedad. Hace mucho no tenía uno. Ahora que estás acá, estoy mejor.- Me dedicó una sonrisa perezosa y luego bostezó.- Che estás cansado y yo tengo que salir de acá porque no quiero pagar mucho, vamos a casa.- Aclaré mi garganta.- tu casa.
Pedro asintió y yo me levanté para agarrar mi ropa, le indique que iba al baño a cambiarme y él dijo que iría por un café mientras. En el taxi Pedro se durmió en mi hombro, y yo cansada también, recosté mi cabeza sobre la suya.
Ay qué dramática Bianca 😆
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The Art Of Eye Contact (Pedro Pascal)
FanfictionDespués de sufrir tanto en su vida, Bianca Vera siente que por fin encuentra el amor. ¿Será el destino? ¿El efecto mariposa?