Estamos predestinados [PERAYA]

Capítulo 12: Jay

Krist POV

Las funerarias solían ser lugares de los que me alejaba, porque las almas errantes tendían a atascarse en ellas. Hoy, sin embargo, me senté al lado de Gun, sosteniendo su mano firmemente entre las mías. Nos pusieron en la sección familiar de la madre de Off. Ella dijo que los dos éramos tan cercanos de él como cualquiera de la familia. Teniendo en cuenta que estuvimos juntos desde el jardín de niños, tuve que estar de acuerdo. El Halloween que nos vestimos como los Tres Mosqueteros me vino a la mente y una pequeña sonrisa jugó en mis labios. No había sentido ganas de sonreír en los últimos dos días. Gun y yo habíamos llorado juntos. Ayer pasamos dos horas hablando de diferentes cosas que Off había hecho para hacernos reír en los últimos años. Había sido agridulce recordarlo. Después de un tiempo, Gun se puso tan nervioso que su madre le había dado una pastilla para dormir.

También estaba el hecho de que extrañaba a Singto. Casi parecía como si estuviera traicionando a Off al extrañar a Singto, pero no podía evitarlo. Lo amaba. Pero de momento, no me sentía preparado para enfrentarme a él. Tal vez después de que enterráramos a Off y nos adaptáramos a la vida sin él, sería capaz de hablar con Singto. De mirarlo a los ojos y no gritar de furia. Había tenido suficiente tiempo para pensar en ello y sabía que existía una razón para que Singto no me lo hubiese dicho. Pero aún no estaba listo para escuchar esa razón.

Mi atención se desvió a Gxxod mientras entraba y abrazaba a la madre de Off, y después estrechaba la mano del padre de Off antes de tomar un asiento entre los otros estudiantes que habían llegado hoy. Lo cual, era casi toda la escuela. Él caminaba entre ellos como si fuera uno más. Como si se preocupara por la muerte de Off. Eso me hizo enojar, pensé en cómo de irrespetuosa se sentía su presencia. Off pensó que Gxxod era su amigo. Confío en Gxxod. Pero todo el tiempo, Off fue una herramienta para Gxxod. Una manera de acercarse a mí. Aparté mi atención de Gxxod, antes de ir a exigirle respuestas, y escaneé la habitación.

El funeral empezaría hasta dentro de otros treinta minutos. Para entonces, todos estarían de pie. Mi mirada pasó por encima de todos y los reconocí de la escuela. A algunos los conocía, a otros no. Es curioso cómo cuando uno de nosotros muere, todos nos unimos como uno solo. Incluso si no nos conocíamos unos a otros o si nos odiábamos unos a otros, nos reuníamos en momentos así.

Busqué a mi madre. Ella regreso a casa tan pronto se enteró y se iría de nuevo mañana. Le aseguré que no dejaría a Gun durante unos días, así que no había necesidad de que se quedara en casa y perdiera los dos últimos días de la convención por mí. Estaba sentada junto a la madre y al padre de Gun. Me alegré de que estuviera aquí. Verla me daba un poco de la fuerza que tanto necesitaba.

Las puertas se abrieron y entró alguien que no me esperaba que estuviera hoy aquí.

Jay.

Él había sido mi novio desde noveno grado hasta el final de la escuela el año pasado, cuando decidió ir a la universidad y sus padres se mudaron también. Rompimos porque las relaciones a larga distancia nunca funcionan. Al ver a Jay pasear por el pasillo sentí lágrimas en los ojos. Nosotros cuatro, Gun, Off, Jay y yo habíamos sido un grupo desde primer año hasta el final de nuestro tercer año de secundaria. Así que muchos de mis recuerdos de secundaria en los que estaba Off también estaba Jay. Sus oscuros ojos marrones encontraron los míos y me dio una sonrisa triste.

—Jay está aquí —Susurró Gun mientras levantaba la cabeza y lo miraba hablar con los padres de Off.

—Lo sé. —Parecía lógico que él estuviera aquí al final. A Off le habría encantado verlo.

—Me alegro —dijo Gun a través de sus lloriqueos.

—Yo también. Simplemente parece correcto —Estuve de acuerdo. Gun apoyó la cabeza sobre mi hombro y nos sentamos allí acurrucados mientras el predicador hablaba y luego el ataúd fue cerrado y llevado a la tumba ya preparada para Off.