Capítulo 16: ¡Hasta la muerte!

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Krist POV

—Creo que quizás moriré por inhalación de polvo —Se quejó Mook mientras abría otra caja de las decenas de cajas de cartón que mi madre había colocado aquí en los últimos años.

—¡Oh, deja de ser tan dramática! ¿Qué es un poco de polvo? Has estado en edificios en llamas.

—Sí, bueno, porque es mi obligación. Es mi trabajo. Sin embargo, mi trabajo no dice que tenga que hacer trabajo manual en un ático con un ser humano.

Riéndome de mí misma, abrí la caja que acababa de bajar de la pila largamente peligrosa que mi madre había hecho. Quiero decir, entiendo que ella tratara de ahorrar espacio aquí, pero una pila de cajas que casi tocaba el techo no era exactamente una decisión inteligente.

—¿Quieres que busque en esta? —preguntó Mook mientras dejaba la caja que había bajado a un lado.

—Sí, por favor.

—Y es un perrito de peluche blanco, ¿no?

—Sí... bueno, quizá ya no sea exactamente blanco. Han pasado muchos años, así que la piel puede estar un poco descolorida ahora. —Mook gruñó para sus adentros mientras comenzaba a hurgar en su caja.

Me moví a través de los artículos que había empacado hace sólo ocho años, porque había sido incapaz de armarme de valor para llevarlos a la beneficencia. Un bolso pequeño con letras de lentejuelas que decían Las Vegas me hizo sonreír. Mi madre me llevo a una convención de escritores allí una vez. Fue uno de los últimos viajes que pasé con ella. Siempre me aburría, pero en el viaje a Las Vegas conocí a un amigo... Creo. Sacudiendo la cabeza, lo hice a un lado y encontré una camiseta de los Backstreet Boys que recibí una navidad. Dios, había sido un idiota. Después, encontré una caja de zapatos que supe sin mirar que contenía las cartas que nos pasábamos Gun y yo en la escuela.

Tenía de cosas inútiles e interesantes, tales como: "¿Crees que le guste a Ohm?" O "¿Has visto la manera en que el trasero de Zol se ve en esos pantalones vaqueros?, Debería ponerse a dieta", o mi favorita, "¿Crees que la señora Jen tiene un pelo nuevo en la barbilla hoy?" Sí, esa caja de zapatos no tenía precio.

Desafortunadamente, no había un cachorro de peluche. Frustrado, cerré la caja y la deje a un lado.

—Bueno, esto fue un fracaso... —Golpee mi mano sobre mi boca para no aullar de risa.

Mook posaba frente al espejo que una vez estuvo en mi dormitorio. Pero esa no era la parte divertida. Mook encontró mis ropas de vestir de "niña" de las que yo no quise separarme cuando tenía diez años, las había usado de niño mientras jugaba, cuando crecí y entendí que no era una chica no las quise más en mi habitación.

Se había puesto mi vestido de Campanita con un par de tacones de Blanca Nieves en los que no encajaba ni de lejos su pie. En su cabeza llevaba el velo que había ido con mi traje de Jasmine.

—¿Cómo me veo? —Preguntó dando vueltas más rápido de las que un ser humano sería capaz de hacer con la falda de Campanita flotando en frente de ella. Yo siempre daba vueltas en ese vestido también, tratando con todas mis fuerzas que se destacara a la perfección.

—Fabuloso, deberías usarlo para el trabajo. —Canté, luego solté una gran carcajada.

—No sé qué pensaría Singto si me presentara luciendo como si estuviese lista para un viaje a Disney World. Temería enviar el alma conmigo. —Me senté en la caja detrás de mí, no podía parar de reír al verla vestida tan ridícula.

—Lo asustarías... ¡Hasta la muerte! —Me reí más fuerte ante mi propio pequeño juego de palabras. Mook empezó a decir algo más cuando un sonido detrás de mí convirtió mi risa en un pequeño chillido.

Estamos predestinados [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora