Reglas del juego

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Un par de suaves toques se escucharon sobre tu puerta.

Al estar aún recargada sobre la misma, las vibraciones se sentían aún más. No querías abrir, no estabas de ánimos para ver a nadie y mucho menos con la apariencia que deberías de tener después de haber estado llorando. Dejarías que quien fuera esa persona se cansara y se marchara.

Pero aquello no pasaba.

"_________, soy yo ¿Puedes abrirme?"

Esa era la voz de Price, quizá se oía un poco más suave que de costumbre, pero sin duda era el.

"Lo siento, Capitan. No me siento bien" Tratabas de excusarte mientras limpiabas descuidadamente tus lágrimas.

"Por eso es que he venido a verte, estábamos preocupados, no fuiste a cenar"

"No tenia hambre...es todo" De cierto modo era verdad, tu cuerpo estaba más ocupado procesando tus propias emociones que había olvidado por completo su necesidad de alimento.

"Me gustaría pasar, ______" Insistió amablemente.

No se iría, conocías a tu Capitán lo suficiente para saber que no se daría por vencido tan fácilmente. Ayudar era algo que le corría por las venas, en especial cuando se trataba de su gente.

Lentamente abriste tu puerta, haciéndote a un lado para cederle el paso. Evitabas hasta ese momento el mirarle a la cara, te avergonzaba tu estado. Así no era como querías verte frente a tu jefe directo.

Price entró lentamente, fijando de inmediato su vista sobre ti. Te veías exactamente como él pensaba que estarías.

Extendió su mano hacia ti esperando que la tomaras con la tuya.

Lo miraste un poco confundida pero hiciste lo que él esperaba. En cuanto tú mano estuvo sobre la suya te jalo suavemente para que lo siguieras. Él se sentó primero sobre el borde de tu cama y en seguida te hizo tomar el lugar a su lado.

"¿Qué pasó?" Su voz era calmada, fraternal.

"Solo ha sido un mal día, Capitan" Y vaya que lo fue, primero Ghost y después tu propia madre.

"¿Quieres hablar más sobre ello?"

Negaste con la cabeza.

Confiabas en Price pero él no sabía de lo tuyo con Ghost, además aún no terminabas de procesar la cosas.

"Entiendo" Price sabía cuando no presionar "Aún puedo traerte algo del comedor, no es bueno saltarse comidas"

"Le agradezco pero en verdad no tengo hambre" Tu estomago se sentía revuelto, si comías algo seguramente terminarías vomitándolo.

"Las cosas pasarán...y tú malestar irá desapareciendo" dijo de pronto mientras te miraba con amabilidad.

"Eso espero..."

"Siempre que lo necesites estaré abierto a escucharte, no importa el momento ¿De acuerdo?"

"De acuerdo" Le sonreíste débilmente

"Hagamos algo. Te vez cansada, tómate el día de mañana de descanso, yo me encargaré de informar"

"No es necesario, Capitan. Mañana estaré lista como de costumbre"

"Insisto. Toma el día" Paso su mano por tu cabeza, despeinando un poco tus cabellos.

"Gracias..."

"Te dejaré para que puedas dormir un poco. Mañana aprovecha tu día, haz lo que necesites para distraerte"

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