Tan cerca...tan lejos

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Mientras que Alexander había salido a revisar el área, tu habías preferido mantenerte dentro de aquella pequeña edificación que había encontrando durante su recorrido. 

Ahora, sentada en aquella frágil silla de madera, contemplabas con cierta preocupación tu propio aspecto. Tus manos estaban temblando, probablemente derivado de todo lo ocurrido, pero ¿Cómo explicabas el verte un poco pálida? Incluso no dejabas de sentir frio, aunque eras consciente de que no lo hacia, el clima era cálido. 

Y aun y cuando estabas segura de haber dormido tan profundamente, cuando despertaste te seguías sintiendo tanto o mas cansada que antes. Aun era muy pronto como para que te debilitaras por falta de comida o agua, tendrían que pasar días así para que esos síntomas aparecieran. 

Sin muchas fuerzas no estabas segura de llegar muy lejos, te volverías una carga para Alexander. 

Además, ese nuevo dolor en la parte baja del abdomen, no te estaba ayudando. Por momentos la sensación de punzadas te hacían que te tuvieras que doblar un poco o sentarte. Quizá el choque si te había lastimado de alguna manera.

En ese estado definitivamente ibas a ser atrapada y llevada nuevamente a una celda. Pero lo que mas te preocupaba no era el estar entre cuatro paredes, sino el hecho de tener que enfrentar quienes una vez fueron tu equipo. Tenias miedo de ver hecho realidad ese escenario en el cual te habías ganado su odio. 

De pronto la puerta de aquel lugar se abrió de manera violenta, Alexander entro casi tropezándose y con lo que parecía una herida en el brazo. 

"Tenemos que movernos, ya" Te dijo con desesperación. 

"¿Que paso? ¿Quién te hirió?" 

Con lentitud te levantaste de tu lugar y te acercaste hasta el, solo para observar que la herida del brazo era al parecer por un disparo. Curiosamente nunca escuchaste alguna detonación, y en el bosque sin duda habría provocado un eco. 

"En serio,_________. Tenemos que movernos de aquí, están demasiado cerca y muy molestos" 

"¿Por mi huida?..."

Alexander guardo silencio por un momento, su mirada sobre ti era seria. Se acerco un poco hacia ti y coloco su mano sobre uno de tus hombros ejerciendo una leve presión. 

"No solo por eso, las cosas se complicaron..."

"No lo entiendo"

"__________, el sargento no lo logro...lo siento..."

"...Soap..." 

Tuviste que volver a esa silla de antes, dejando caer con pesadez tu cuerpo sobre ella. Si antes te sentías miserable ahora estabas totalmente destruida. Lo que mas temías se volvió realidad, le arrebataste la vida a tu compañero, a tu amigo. 

No emitías ningún sonido, ni siquiera tu respiración lo hacia, pero las lagrimas brotaron abundantemente, marcando dolorosamente la piel de tus mejillas. Ahora definitivamente no había vuelta atrás, nadie iba a perdonarte por eso. 

"¿Como lo supiste?...¿Quién lo dijo?" 

"Se están acercando a nosotros, uno de ellos me descubrió y me disparo...tuve que matarlo. Pero antes de eso, hablo sobre la muerte del Sargento"

Al ver que no te movías de tu lugar y seguías perdida en tus pensamientos, su mano te tomo por la muñeca con fuerza para obligarte a ponerte de pie. A base de forcejear contigo, logro que dejaras esa silla. 

"¿Te dispararon?..." Interrogaste, tu mirada estaba en un punto en el vacío. Estabas dolida pero aun conservabas un pequeño rastro de sentido común. 

You Love MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora